Capítulo 27

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Clarissa observó la habitación con los ojos aguados, Jacob y la manada habían trabajado en las cunas de los gemelos con esmero.

Observó lo que debía ser tul y ahora era una simple tela color crema mal cocida, señal de que Leah había ayudado más de lo que creía, no pudo evitar sonreír, acarició tiernamente las finas mandas de hilo y las lágrimas empezaron a salir sin permiso.

—Dios, chicos, esto es demasiado...—Sollozó siendo abrazada por su impronta.

Las últimas semanas se habían puesto manos a la obra con los detalles de su nuevo hogar, los bebés habían cumplido el tiempo necesario para su nacimiento por lo que se encontraban trabajando contra el reloj

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Las últimas semanas se habían puesto manos a la obra con los detalles de su nuevo hogar, los bebés habían cumplido el tiempo necesario para su nacimiento por lo que se encontraban trabajando contra el reloj.

Jacob besó su hombro mientras la tenía entre sus brazos, se sentía sumamente feliz. No había tenido suficiente dinero para comprar muebles nuevos y pedirlo a sus suegros había quedado descartado,  así que había conseguido los materiales necesarios para hacer armarios, sillas, mesas y, por supuesto, las pequeñas cunas de sus hijos.

La manada había aceptado al instante, todos querían ayudar con aquello, incluso Josh, la impronta de Leah, sin saber el secreto, había ayudado pintando la habitación mientras los chicos trabajaban en la madera y las chicas se encargaban de tejer y coser.

Mientras tanto Clarissa había ocupado su tiempo en terminar la preparatoria y lo había logrado con creces.

Aquel día, finalmente, Clarissa y Jacob se mudarian definitivamente a su hogar.

—Jake... ¿Te gusta ser oficial de policía?

Jacob dejó en la encimera la caja llena de platos, la abrió y empezó a desenvolverlos.

—Eh... ¿Sí?, sí, creo que sí.

—Nunca te interesó.

Jacob sonrió dejando las cosas a un lado para dirigirse a abrazar a su impronta, sentirla entre sus brazos era su mayor satisfacción.

—Le he agarrado el gusto.

—¿Jake...?

—Ser un lobo significa ser un protector.—Explicó pasando sus manos por el vientre hinchado de Clarissa, la cual asintió.—Somo como... Los polis de la Reserva.

Clarissa asintió.

—Me gusta proteger a todos los que pueda y siendo un poli lo puedo lograr.

Clarissa besó su mentón y hundió su rostro en el cuello de Jacob, se sentía agotada y un poco descompuesta, sentía una leve presión en su vientre y su lobo se encontraba inquieto.

***

La noche llegó más pronto de lo que habían pensado, aún no terminaban de organizar su nuevo hogar cuando la hora de dormir los acecho.

IMPRONTA || Jacob BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora