Clarissa abrió la puerta de su habitación con emoción sin esperar encontrarse con su impronta sentado en la cama con las manos sobre su regazo.
—Jake...
—Tenemos que hablar antes de tu viaje.—Dijo poniéndose de pie, acercándose a Clarissa tanto que la hizo temblar, cerrando la puerta que ella tenía atrás suyo.
—Eh... Solo iremos de compras unos días.—Dijo con una media sonrisa nerviosa, quiso golpearse pero sabía que solo Jake era capaz de afectarla de esa forma.
—Clarissa—Dijo en su oído.— Dios... Odio estar enojado contigo, preciosa.
El delicado beso en el lóbulo de su oreja hizo que sus piernas temblaran necesitadas.
— Jake...—Cerró los ojos aferrándose con sus manos a los anchos y musculosos hombros de Jacob.
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La colisión de sus labios fue inevitable, sin siquiera dudarlo Jacob apretó el delicado cuerpo de su impronta contra el suyo, sentía la necesidad golpear desde dentro suyo.
Entre jadeos y gemidos ahogados Jacob la sostuvo contra la pared, las piernas de ella estaba aferradas a sus caderas mientras que sus labios se ocupaban de besarse sin descanso.
El repentino golpe en la pared los hizo saltar.
—Paren, ahora.—Jack apenas había abierto los labios para decir aquello pero no era necesario más, el oído super desarrollado de ambos era capaz de oírlo.
Jake rió ligeramente juntando sus frentes mientras regulaban sus aceleradas respiraciones.
—Papá está en lo de Rachel.—Dijo él en su oído
—¿Podemos ir a tu casa?
—Eso estoy diciendo.
—Jack, ¿A qué hora debemos estar listos?
— Son las 9 AM, Clarissa.—Renegó.— A las seis, tienen tiempo.
—Te amo.
—Largo, le diré a mamá y papá que no vendrás a almorzar.
Jake dió un salto saliendo por la ventana, seguido de cerca por Clarissa, quien llevaba una pequeña mochila con ropa.
Al llegar a la orilla del bosque estallaron en una enorme bola de pelos y ambos empezaron a correr jugueteando entre si.
—Extrañaba esto.
—Te extrañaba a ti.—Dijo el lobo pasando su lengue por su oreja.
Jacob jugueteo todo el camino, lanzándose sobre ella, evitando pelear con su impronta.
Al llegar Jacob fue el primero en transformarse frente a ella, sin ninguna clase de pudo, Clarissa alejó la mirada mientras sentía su corazón martillear dentro de su pecho.
