Capítulo 19

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Clarissa detuvo su andar con el ceño fruncido, giró observando a sus padres, a su hermano y Megan, su abuelo, por otro lado, iba adelante de todos con el ceño fruncido.

—¿Por qué hacemos compras navideñas en octubre?—Preguntó con desconfianza.

—Nunca dijimos que eran compras navideñas —Defendió su padre.

—  Solo es... Tenemos trabajo, cariño.

Clarissa asintió tomando la mano de su abuelo par caminar hacia el auto que los esperaba.

—¿Iremos a un hotel?— Preguntó cuando el auto empezó a moverse, a su lado Megan y Jack sonreían maravillados, Megan del paisaje y Jack de observarla.

— No, iremos al penthouse que está  sobre la oficina.—Contestó su padre.

Clarissa agitó su pierna con impaciencia, ella sentía que algo estaba mal, algo estaba fuera de lugar.

— Bien...

***

El lugar era hermoso, Clarissa lo recorrió de arriba a abajo a causa de los nerviosas antes de dejarse caer en el sofá de la casa donde sus ojos se cerraron dejándola en la inconciencia.

 Cuando despertó de su siesta se encontró con su madre en el sofá de enfrente, llevaba un enorme libro que ella había visto durante toda su vida y tenía una expresión de concentración que dejó a un lado al verla despierta.

—Todos salieron.—Le informó.

—Tengo una pregunta, mamá.

— ¿Si?

— ¿Por qué vino Megan y no Jake?

Clarissa observó a su madre ponerse de pie para sentarse a su lado, acarició su mano con delicadeza y confesó.

— El padre de Megan autorizó este viaje, Clark.— Dijo mientras buscaba las palabras correctas.— Él... bueno, — Suspiró.

— ¿Qué sucede?

— Luego de París iremos a Londres.

— ¿Por cuanto tiempo?

— Al menos hasta después de navidad.

 Clarissa se puso de pie de inmediato.

—¿Por qué? ¿Por qué hacen esto?

— Cariño.— Llamó su atención.— Nuestro trabajo como padres es protegerlos.

— ¿Por qué? ¿De qué? ¿Quieren que deje a Jacob? ¿Es eso?

— No, no, no, Clark, linda.— Dijo con frustración.— Algo malo sucede en la reserva, fue Jacob quien nos advirtió y nos ordenó irnos... 

Clarissa se acercó de nuevo al mueble donde había dormido buscando desesperadamente su teléfono, se lo puso al oído caminando de un lado al otro, la operadora informó que no tenía señal, quiso golpearse al darse cuenta de que debió comprar un nuevo número al aterrizar.

Frustrada lanzó el teléfono hacia la pared antes de caer al suelo sollozando.

— Clark...

— Prácticamente me sacó de su vida y ...y...—Estalló en lágrimas aferrándose a su madre.—¿Soy tan desechable para él, mamá?

— No, cariño, no... eso nunca, ustedes son improntas, están hechos el uno para el otro.

—Mamá, él no me ama... ya me desechó una  vez... lo está volviendo a hacer.

—La niña de los Cullen.— Dijo ella llamando la atención de su hija, no podía verla sufrir de esa forma.— Corre peligro, todo Seattle corre peligro.

IMPRONTA || Jacob BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora