Pequeña Casualidad || PEDRI|| Part III.

Libro III - Parte I - Pedro

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NARRA PEDRI

Estaban siendo los peores días de mi vida sin lugar a dudas. Siempre había pensado que lesionarme era lo peor que me podía pasar, pero estaba equivocado, lo peor que me podía pasar era perder a mi Alex.

Llevaba dos días ingresada en la Unidad de Cuidados intensivos. Tuvo una hemorragia interna provocada por un hematoma.. un golpe que se debió de dar en algún momento antes del parto, y aunque según nos habían dicho lo pudieron controlar a tiempo, seguía con transfusiones y en observación por toda la sangre que perdió en el parto. Ese fue el primer informe inicial, porque hacia un día y medio que nadie se pasaba a darnos noticias de Alex.

Yo no me quise mover del cuarto que nos habían asignado, iba a estar esperándola hasta que saliera, porque debía salir de esta, yo no podía hacer esto solo y la necesitaba.

El que si que estaba bien era nuestro bebe. Después del parto lo lavaron, le hicieron alguna que otra prueba medica para comprobar su salud y estaba muy sano, o eso parecía en teoría, porque el pobre no dejaba de llorar desde que nos lo dejaron en la habitación. Diría que la única vez que no lloró fue cuando Alex lo tuvo en brazos ese escaso minuto después del parto antes de que Alex se pusiera malita.

-Mama no es normal que llore tanto- le decía Fer preocupado. Mis madre y mi hermano estaban conmigo acompañándome, y pendientes del bebe, porque yo no había sido capaz de acercarme a el aun. Y todo por una simple razón, lo culpaba en parte por lo que le había pasado a Alex aunque el pobre no tuviera culpa. Pero ella estaba así desde el parto. Podía perderla por el parto... por dar a luz a nuestro bebe... si ella no.. se hubiera quedado embarazada no estaríamos pasando por esto. Estaría sana y feliz a mi lado.

-Tiene hambre.. pero no quiere comer nada- suspiró mi madre intentando meterle el biberón en la boca, pero el pequeño siguió llorando mucho y no dejaba que nada se le acercara a sus labios- Y además yo creo.. que.. echa de menos a su mama y por eso no quiere comer...es importante la conexión de ambos tras el parto...y ha sido traumático para el también.

Y ahí fue cuando sentí que algo se me removía por dentro. El echaba de menos a su mama, como yo lo hacia también. Joder.¿Qué estaba haciendo?

-¿Y si me dejas probar a mi? quizá.. conmigo hay suerte-ideó mi hermano quitándole al bebé a mi madre de sus brazos, pero lo poco que se había relajado con ella, empeoró cuando lo cogió Fer. Su llanto se hizo mucho más intenso y me rompió. Alex no querría esto, y esa pequeña cosita era parte de ella, no se lo merecía.

Me acerqué a mi hermano por detrás muy despacio sin estar nada seguro de lo que iba a hacer.

-Déjame a mi- dije casi sin voz, era la primera vez que hablaba algo en voz alta desde lo que le había pasado a Alex. Ni si quiera las suplicas de mi mama para que reaccionara o les explicara lo que pasó en el paritorio sirvieron de nada, porque estaba en shock.

Mi madre y mi hermano me miraron con pena, mientras Fer me ofrecía a mi hijo en brazos y yo me acomodaba en una silla sin saber muy bien lo que estaba haciendo.

Lo observé llorar, el pobre lo estaba pasando mal. La verdad es que se parecía mucho a mi, tenía el mismo pelo que yo... mi nariz.. mis labios.. pero los ojos..la forma y todo eran de Alex y eso me hizo querer llorar aún más, pero me aguanté las ganas.

-Hola campeón..soy papa, el pesado que no dejaba de hablarte cuando estabas en la barriguita de mami y no dejabas de dar patadas cuando me escuchabas- empecé dejando un besito sobre su diminuta cabeza- Se que.. la echas de menos.. yo también mucho.. pero..seguro que sale de esta porque tu mama es la persona más fuerte que conozco.