Pequeña Casualidad || PEDRI|| Part III.

Extra II- Ale y Martín Parte. II

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NARRA ALEX

7 años después...

Miraba con nostalgia uno de los marcos de fotos que descansaban sobre el mueble de mi habitación. Concretamente la primera foto que Pedri, Pedro, Martín y yo nos tomamos con los mellizos el día que nacieron.

En la foto mis niños eran dos bultitos diminutos y gorditos.. y ahora mismo, madre mía iban a cumplir 17 años. Era una locura.

El tiempo había pasado volando, y aun me costaba procesar todos los cambios que había vivido desde aquel estúpido accidente de coche que tuve al salir del partido del Barça, y como eso marcó un antes y un después en mi vida.

Pedri y yo seguíamos felizmente casados casi tanto como el primer día. Después de que todos los problemas con mi padre acabaran por resolverse,  poco a poco volví a ser la misma con la ayuda de mis hijos, especialmente de Pedro. El vivió gran parte de todos los problemas conmigo y podía decir que había sido mi gran apoyo todos estos años. 

Pedor, ahora con casi 20 años, era un chico tranquilo, tan guapo como su padre y que ya había debutado con el primer equipo del Barça hacia 3 años. Mi niño había seguido los mismos pasos que Pedri y no podía estar más orgullosa.

Luego tenía a mis dos diablillos. Mi Ale y mi Pablo, cada cual más diferente. Pablo era una mezcla entre Pedri y yo, tan listo y con carácter como yo, pero con sus momentos tranquilos como Pedri, y luego estaba... Ale.

Ale era la viva imagen mía en todos los aspectos. Físicamente se parecía mucho a mi cuando tenía su edad, morena, con profundos ojos verdosos, pero de personalidad... bueno, ella tenía aun peor carácter que yo. Además de super lista, nunca le importaba demostrar su punto cuando pensaba que tenía la razón. 

Y por último.. bueno, estaba Martín.

Como diría Gavi, Martín empezó a ser un caso perdido cuando cumplió los 17 años. Por sucesos que fueron pasando a lo largo de su vida, en lo único que estaba centrado era en el futbol, pero en todo lo demás.. era literalmente un desastre. Y a la única a la que le hacia caso de verdad era a Ale.. aun con la pequeña diferencia de edad, ambos tenían una conexión que a muchos nos costaba entender. Se pasaban todo el día pegados, tanto que Ale vivía más en casa de Martín que en la nuestra.

-Amor mis padres ya están aquí- Pedri entró al cuarto sonriente- ¿Qué miras?- preguntó pasando los brazos por mi cintura.

-Como pasa el tiempo... quien diría que ayer estábamos en el hospital cuando nacieron..-suspiré colocando de nuevo el marco de fotos sobre el mueble.

-Querrás decir cuando me perdí como nacieron- corrigió Pedri y le di un manotazo amistoso en el pecho- vale, vale, perdón -besó mi mejilla y me abrazó por detrás- el tiempo pasa volando, quien me iba a decir que esta iba a ser mi última temporada- suspiró nostálgico.

-Bueno, eso no se sabe aun-le recordé.

-Sí que se sabe- me rebatió.

-El club aun te quiere, puedes seguir formando a los peques.. y Pedro también te necesita, y Martín. No los puedes dejar.

-Tendrán a Gavi para eso, a el aun le quedan un par de años más como capitán.

-Pedri-negué con una mueca -tu puedes hacerlo y sabes que quieres hacerlo. No quieres dejarlo antes de tiempo.

Desgraciadamente, las lesiones siguieron muy presentes en la vida de Pedri, y eso hizo que en muchos momentos lo pasara mal, aunque siempre nos tuvo a su lado para apoyarlo. Este año había empezado a pensar en retirarse del futbol, especialmente desde que Pedro se incorporó al primer equipo. Era curioso ver como Pedro había sacado lo mejor de Pedri en el campo, sabía como moverse, que hacer, y.. acabó "jubilando" a Pedri en el banquillo, aunque eso a Pedri no le molestaba para nada, solo estaba orgulloso de poder ver a nuestro hijo cumplir su sueño. Por eso mismo quería retirarse ya, para darle paso a nuestro hijo,  aunque el actual entrenador del barça aun quería mantenerlo un poco más tiempo para aprovechar su sabiduría y experiencia con los jóvenes.