Pequeña Casualidad || PEDRI|| Part III.

Parte 37- No te necesito

Recordad dejar estrellita <3

NARRA ALEX

Eva pasaba el ecógrafo por mi barrigón de arriba a bajo. Ya ni si quiera me podía mirar los pies de lo grande que estaba ya.

-Sí, definitivamente es una nena mírala- sonrió señalando la pantalla- que carita..

-No se parece a ti cabezón -se burló Fer alborotándole el pelo a Pedri, que estaba a mi lado embobado cogiendo mi mano. Era mi última ecografía antes del parto programado. Aunque teóricamente aun me quedaban un par de semanas más para dar a luz, mi grandísima ginecóloga y mejor amiga decidió que era mejor programarlo, para evitar sustos como pasó la última vez cuando nació Pedro. Además en dos semanas era el tiempo perfecto para dar a luz, Pedri tenía un par de días libres después del partido de Champions contra Nápoles, y así podría estar con los bebes y ayudarme cuando nacieran.

-Es perfecta..-balbuceó Pedri sin poder apartar los ojos de la pantalla- Es preciosa..mírala..

-La nueva niña de tus ojos..-susurré yo con nostalgia. Ya dejaba de ser la única mujer de la familia.

-No, la niña de mis ojos eres tu, la mujer de mi vida- se acercó a dejar un beso en mis labios con muchas ganas.

-Que corra el aire -Fer lo separó de un manotazo-que quiero ver a mi otro sobrino - le pidió a su novia que solo ladeó los ojos, y movió el ecógrafo hacia el otro lado de la barriga, donde estaba mi otro bebe.

Fer y Eva ya llevaban juntos 3 años, justo la misma edad que ya casi tenía Pedro. Y es que desde que se conocieron, no se habían separado y no les podía ir mejor. A punto estaban ya de irse a vivir juntos en una preciosa casa cerca de nosotros. Estaba feliz al verlos interactuar con tanto cariño, porque después del desastroso historial de novias fallidas de Fer, Eva era genial. Trabajadora, cariñosa y sobre todo muy familiar.

-Ahí esta...-susurró Eva refiriéndose a mi segundo bebe- Esta más grande también.

-Definitivamente esa es la napia de los González -corroboró Fer con superioridad-Va a salir al papa...

-Oye no te pases hermano, ¿Cómo se te ocurre decir que mi hijo tiene una napia?-Pedri le dio un empujón -mi hijo va a ser el más guapo de todos, como Pedro.

-Vale, vale, relaja.. que tu también tienes esa misma napia -se burló Fer para picar a Pedri y ambos empezaron a discutir como los dos buenos hermanos que eran.

-¿Esta todo bien de verdad?-ignoré a los hermanos y miré a Eva preocupaba. Ahora que el parto estaba más cerca, no podía evitar estar algo nerviosa por si algo salía mal como con Pedro.

-Sí Al, va a ir todo bien, ya veras- sonrió- ¿De lo otro como vas?

Había empezado a ir al psicólogo por Pedri y Pedro. Aunque desde lo mi padre mejoré mucho en comparación con como estaba al principio, y en parte fue gracias a Pedri, aun había una parte de mi trauma que seguía ahí, por lo que acepté ir para sanar antes de que nacieran los mellizos.

-Mejor, ya no tengo pesadillas- al escuchar eso Pedri dejó a Fer de lado y cogió mi mano.

-Ahora solo duerme como una marmota.

-Ya veríamos lo que dormirías tu si llevaras a dos niños dentro-me defendí sin querer admitir que estaba algo cansada-¿Ya tienes la maleta Eva?

La rubia asintió y Fer pasó la mano por su cintura para dejar un beso en su mejilla.

-Nuestro primer viaje en pareja, que emoción-canturreó feliz.