Recordad dejar estrellita para que suba mañana
NARRA PEDRI
De todas las cagadas monumentales que había tenido con Alex en toda nuestra relación, esta había sido sin lugar a dudas la peor de todas. Ni si quiera cuando se pensó que toda nuestra relación se basaba en una recomendación del abogado del club.
Esto era diferente. Muy diferente.
Alex se había ido de casa, se había ido de casa con Pedro y me había dejado.
Tardé un poco en procesarlo todo cuando me lo dijo en la cocina y cuando la vi haciendo las maletas . No creía que fuera capaz, pero cuando salió por la puerta de casa después de darme el test de embarazo recibí un duro golpe de realidad.
Mi mujer me había dejado.. y encima embarazada. Me recorrió una sensación de felicidad brutal al ver el test de embarazo positivo en mi mano.Era algo que yo quería desde hacia tiempo, pero a raíz de mi primera lesión Alex no quiso seguir intentándolo para centrarse en mi y eso me decepcionó un poco. No quería que toda mi vida girara al rededor de mis estúpidas lesiones... que ya iban varias.. pero mis lesiones no eran la razón principal por la que había apartado a mi mujer y a mi hijo de mi vida futbolística. Solo los estaba protegiendo, y aunque doliera ver cada día como Alex me miraba decepcionada.. aun me dolía más a mi apartarla cuando más la necesitaba.
Aun así, no estaba dispuesto a perderla, y menos aun en un momento tan bonito como era este.. un nuevo embarazo. La llamé como un loco desde que salió de casa, llamé a mi hermano para saber si se había ido con el, y me echó la bronca, además de decirme que me lo merecía por como había actuado desde hacia meses con ella.
Al final la respuesta a la incógnita de donde estaba Alex la tenía justo al lado de casa. Mi mujer se había ido con la persona que más la apoyaba cuando yo la cagada. Y ese era Gavi.
Gavi me escribió para decirme que estaban en la consulta de Eva. Habían organizado una revisión rápida para saber que todo estaba bien por el antecedente de Alex y el embarazo duro de Pedro. El sevillano no fue muy fino. Básicamente me ordenó que fuera o la perdía de verdad, y tampoco hizo falta que me convenciera mucho. Yo iba a ir a donde estuviera. No estaba dispuesto a perderla. No por culpa de su.. padre.
Cuando me vi parado frente a la puerta de la consulta tuve miedo. Alex siempre era buena.. cariñosa y quería solucionar las cosas hablando, pero hoy había descubierto una faceta suya nueva. La de una mama real, que era capaz de irse de casa con tal de proteger a Pedro de mi y mi.. dejadez.
Llamé a la puerta con la mano temblorosa, porque sabía cual iba a ser su reacción al verme aparecer. No me iba a querer ver ni en pintura. No la culpaba, yo tampoco me querría ver a mi mismo después de como la había cagado los últimos meses.
-¿Se puede?- tartamudeé muy suave.
Alex me miró con una mezcla de sorpresa y resentimiento. A penas unos segundos cruzó la mirada conmigo, y luego se giró cruzándose de brazos.
-Vete, no te quiero ver -dijo muy seria.
Genial. Lo esperaba, pero aun así dolió escucharlo de sus labios.
Me acerqué a ella por detrás y me senté a su lado en la silla que había junto a la camilla donde estaba acostada.
-Alex..
-¿Qué haces aquí?- me exigió. ¿Y no era obvio? quería estar junto a ella en un momento así, tal y como hicimos con Pedro
-Te he buscado como un loco amor.. - empecé con el mismo cariño que siempre hablaba antes de.. bueno distanciarme de ella-Gavi me llamó..deberíamos hablar, y yo tengo estar aquí contigo en un momento así. Ambos lo creemos.
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Pequeña Casualidad || PEDRI|| Part III.
Fanfiction||Tercera Parte de Pequeña Casualidad || El sueño de Alex es simple, llegar a ser una reputada abogada de derecho deportivo, llegando incluso a trabajar para los mejores clubs deportivos del mundo. Tras meses centrada en su carrera, por fin parece h...