Capítulo 4:Gritos y lamentos

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Llegó a la casa exhausta luego de que Hunnigan la dejara en la puerta. Pronto sería la hora de cenar, por lo que subió hasta su habitación y dejó las bolsas a un lado, luego se encargaría de acomodar todo en el armario. Esa tarde en el centro comercial se había divertido bastante, ademas de que se sentía medianamente feliz al saber que Leon no la veía de mala manera, y al regresar al pasillo, vio la puerta de su cuarto semi abierta. Le entró curiosidad saber como era, y aprovechando que estaba sola entró.

Era igual de sencilla que su cuarto, con la diferencia de que estaba algo desordenado. Algunos libros con una taza encima, la cual tenía el aspecto de estar hace bastante tiempo ahí se encontraban en la pequeña mesa del lado derecho, en la otra, un arma a simple vista como si fuera lo más normal, aunque si lo era en Leon. El suelo contaba con ropa, resalta unos calzoncillos azules, Claire se sintió culpable al imaginar a Leon con ellos. Las fotografías volvían a aparecer, y una de ellas la sorprendió.

Era en el aeropuerto, Chris, Jill, ella y él debían tomar un vuelo para una reunión que involucraba a TerraSave, la B.S.A.A y el gobierno. Estaban apunto de abordar, hasta que por idea de la misma Claire, ambos se tomaron una fotografía.

Era agradable ver sus sonrisas y el brazo de su compañero rodeándola para plasmar el momento, y pensar que a Leon le gustaba tener aún ese recuerdo era mejor aún

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Era agradable ver sus sonrisas y el brazo de su compañero rodeándola para plasmar el momento, y pensar que a Leon le gustaba tener aún ese recuerdo era mejor aún.

<<El fue malo, recuérdalo>>intento convencerse, pero no podía.

Aquel rubio no parecía ser el que una vez la traicionó, a pesar de eso, las palabras de Bruce eran reales, aveces la gente cambia. Sobre el vidrio del cuadro, una lágrima calló, solo en ese instante Claire se percató de que estaba llorando.

—Dios...ya cálmate—se dijo así misma, secando rápidamente sus lágrimas y marchándose del lugar.

Bajo a la sala luego de ponerse ropa más cómoda, había perdido el apetito por completo. Tomó asiento y encendió la televisión para ver Malcom el del medio, una serie de comedia que empezó a ver al llegar a la casa, aunque realmente no le prestaba atención, si no que se navegaba en sus pensamientos, los cuales la tenían harta desde hace mucho.

Sería una noche más, o eso pensó, hasta que un forcejeo en la puerta le erizó la piel. Se puso rápidamente de pie, pero la puerta ya había sido brutalmente abierta y al menos tres hombres encapuchados entraron.

Sus ropas le recordaban a los soldados que la durmieron para llevarla a la Isla Sejm, por lo que se congeló unos valiosos segundos, los cuales aprovecharon para derribarla bruscamente y golpearla sin piedad. Sintió sangre en su boca, intentó quitarse de encima a uno de los hombres, pero fue inútil, era sometida por sus brazos y poco a poco perdía la respiración. Siguió luchando por quitarlo, hasta lograrlo cuando lo golpeó fuertemente en la cabeza con el control remoto.

Se incorporó velozmente, los sujetos parecían no contar con armas, o al menos no a simple vista, querían acabar con ella discretamente. Tomó el paraguas para defenderse como esa mañana, intentó golpearlos con ello, logrando mantenerlos a poca distancia.

Haunt: Sangre y sacrificio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora