Golpes, desayuno y una llamada.
Duro, el almohadón extrañamente estaba duro, tanto que me hormigueaba el cachete, además del hecho que las sábanas estaban extrañamente enroscadas en mi cuerpo.
Empecé a abrir los ojos lentamente, me costaba horrores no lograba enfocar asi que decidí cerrarlos cinco minutos más, al parecer estaba tan cansada anoche que no me acordaba de como llegue a mi casa, ya que el último recuerdo era estar viendo la película con los chicos.
De la nada, siento un aire caliente sobre mis cabellos y como algo me apretaba el cuerpo, como si fuera unos brazos, estaba demasiado rara la mañana y principalmente mi cama.
Abrí los ojos nuevamente, esta vez pude enfocar correctamente mis ojos a la pantalla del televisor
¿Un televisor? pero si yo no tengo tv en mi departamento.
Me quedé pensativa, ¿Me habré ido a dormir de Eli? pero en la habitación donde suelo dormir no hay tv tampoco.
Empecé a asustarme, así que intenté levantarme rápidamente, fue la peor decisión que pude haber tomado en ese momento.
Apoye mi mano en lo que tenia abajo, sin mirar ya que estaba entre dormida y asustada e intente apoyar una rodilla, golpeando y generando un grito debajo mio, acto siguiente vi como yo me iba para atrás y mientras el supuesto "colchón" donde dormí tan cómodamente se sentaba golpeándome la frente con su cabeza.
Como para empeorar, empecé a caer a un costado por el golpe y la pérdida de estabilidad; ¿Mi primera reacción? Fue agarrar lo primero que tenía al frente, el brazo de esta persona, haciendo que ambos caigamos al suelo, el sobre mi.
-Mierda- escuche su voz ronca maldecir, me di cuenta que era Luka -me pegaste muy fuerte en los huevos- me mordí los labios de vergüenza y para aguantarme la risa.
-Me has devuelto el dolor con el cabezazo y la tumbada al piso que me diste- murmure mientras se me escapó una risa - ahora quítate de encima mío, eres muy pesado-
Sentí su peso y calor corporal desaparecer a medida que se levantaba, aun con una cara de dolor por el golpe que nos habíamos dado y los ojos de estar todavía dormido.
Se sentó en el piso con las piernas debajo de las mías y apoyó su cabeza en el asiento del sillón, cerrando los ojos.
Me lo quedé viendo, desprendía cierta tranquilidad verlo así, además que por la mañana parecía más guapo de lo normal.
-Me vas a comer con los ojos- comentó con la voz todavía ronca, haciendo que se me erice la piel.
-En tus sueños niñato- sonrió en respuesta.
-¿Cómo dormiste?-
-Si te soy sincera, bastante bien, pero ¿Cómo quedamos dormidos los dos juntos en el sillón?- fruncí el ceño curiosa.
El abrió un ojo y sonrió de lado.
-Cierta niñata estaba tan cansada que a los 15 minutos de arrancar la peli te dormiste encima mío, y luego yo me dormí mas o menos a la mitad de la peli- cerró de nuevo los ojos.
-Lo lamento, tuvo que ser incómodo para vos dormir conmigo- sentí como me ponía roja mientras me levantaba del suelo.
Sentí que me agarraba la muñeca cuando me quise ir, me di la vuelta para verlo.
-¿A dónde vas?-
-Al baño, me quiero cepillar los dientes y lavarme la cara antes de irme, se que Eli no se va a despertar hasta tarde así que debo ponerme en marcha- tire para que me suelte.
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La verdad atras de la juventud
RomanceAlgunas veces lo único que necesitas es compañía, amigos, amor, paz, escapar de la realidad y montón de cosas más; la mayoría de las personas encuentran eso en hobbies o en personas. Aunque, existen aquellas que nunca encuentran lo que necesitan o...