FICS POR OMEGACEMBER

DÍA 12 (ZoLu)

Título: Bozal

Fandom: One Piece

Shipp: Zoro X Luffy

Resumen: Hace muchos años los alfas habían tomado el mando de la Jerarquía, algo que los volvió más arrogantes, prepotentes, altivos y sobre todo violentos con las razas inferiores, logrando con eso el exterminio de los Betas y la sumisión absoluta de los Omegas, tanto era así que estos poco a poco entraron en miedo y terror que fueron muriendo uno a uno.
Las Alfas mujeres no eran como los Omegas, delicados, finos, ni olían tan bien como ellos, eso provocó que muchos alfas empezarán a perder la conciencia y sus intentos más primitivos salieron a flote. Bastó solo un par de décadas para que estos sucumbieran en absoluto por sus deseos y eliminarán el raciocinio.

Las Alfas mujeres al tener machos alfas, no se les dificultó tener descendencia, logrando quedar preñadas, pero con estudios y análisis así como dietas estrictas, lograron fecundar el primer Omega macho después de tantos años de su extinción.

Fue ahí que a los Omegas ya no se les consideraba la clase baja, sino el top de las especies, porque gracias a ellos, los alfas mantenían el raciocinio y paz interior entre ellos y sus instintos.

Para evitar que los alfas volvieran a hacerle daño a los Omegas, se les obligaba a portar un bozal cuál perro rabioso y vaya que los alfas no estaban lejos de serlo.

Logrando así que la raza más poderosa cayera ante los pies de los hermosos Omegas que con el tiempo regresaron en su máximo esplendor.

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-¡Dónde rayos se metió ese mocoso! - fue el grito que soltó aquel señor de edad avanzada al mirar hacia todos lados en aquella plaza comercial mientras el terror inundaba su rostro.

-¡Lo siento señor, me descuide solo un segundo y Luffy-sama ya no estaba! - se excusaba aquel chico de lentes y cabello rosa al ver al abuelo de su joven amo.

-¡Encuéntralo antes de que haga una estupidez! - pidió al correr hacia otro lado y seguir buscando a su nieto, dejando a Coby asustado por lo que podía hacer Luffy sin supervisión. Ya que este era sumamente impredecible.

En cambio el pequeño Omega caminaba como si nada entre la gente del pueblo mientras buscaba algo que llamará su atención, lo único bueno que había en el lugar era la rica y variada comida que los aldeanos preparaban para su venta.

Hasta que chocó con un gran alfa, quien al sentir el leve golpe, se giró con rapidez y se sorprendió de ver a un Omega azabache sobándose la nariz.

-¡Oh, lamento mi torpeza mi señor, ¿Se encuentra usted bien? - pregunto mientras se arrodillaba ante el Omega y pedía piedad ante su falta de atención, dejando a Luffy en cierto modo molesto.

-Si no me pasó nada, estoy bien - dijo sin poner atención al alfa y seguir caminando.

La verdad es que los Omegas eran seres intocables, ya que si uno de estos pedía que te matarán, así lo hacian los altos mandos, porque la palabra de un Omega era ley.

Por eso es que a Luffy le molestaba que todos los guardianes alfas que están en el castillo así como la servidumbre que lo rodea, nadie se atreve a contradecirlo, a hablar con él, a comer a su lado, ni a jugar, solo bajan la cabeza o besan el suelo por dónde pisa y eso lo tiene harto.

Él quiere un amigo que lo saqué de su zona de confort, así como ser cómplice de sus travesuras o lo acompañe en sus aventuras o busquen juntos unas, pero en cambio estaba solo, nadie le hablaba más que lo estrictamente necesario, otros ni siquiera lo miraban y los demás Omegas que lo rodean son presumidos y altivos, como si fueran el único vaso de agua en el desierto.

Murmuraba y soltaba maldiciones al recordar porque se escapó de la vigilancia de su abuelo y su alfa guardian, cuando escucho mucho ajetreo en aquella plaza. La curiosidad pudo más y se dirigió hasta el montón de gente que abucheaba quien sabe que.

Se abrió paso entre la multitud y al ver a aquel alfa amarrado de brazos y piernas con cadenas en aquel poste de concreto, sus ojos se abrieron a más no poder.

Cerro los ojos con fuerza al ver que a ese alfa de cabello verde lo azotaron con un látigo que tenía puaz en la punta. Pero el alfa en ningún momento gimió de dolor, al contrario gruñio con tanta fuerza que los vidrios de las casas cercanas se agrietaron.

Luffy se sintió ansioso cuándo escucho tal liberación de poder, sonrió y relamio sus labios con gusto al ver que ese alfa no pensaba dejarse someter por nadie.

No dudo más, camino hasta ese alfa que seguía siendo azotado, logrando que aquel verdugo detuviera su actuar.

- Mi joven amo, usted es libre de andar por dónde deseé, pero en este momento este lugar es muy peligroso para usted, por favor le pido con amabilidad que se retire para que pueda seguir amansando a este alfa para su venta-.

Luffy miro los ojos de aquel Alfa, quien gruñía con odio al verlo y se jalaba con violencia en un intento de soltarse de aquellas cadenas.

-Cuanto quiere por él - dijo al sacar de su ropa un buen fajo de billetes verdes.

-Lamento mucho esto pero este alfa no está domesticado aún, y es muy peligroso - se disculpo el alfa al hacer una reverencia a Luffy, pero este solo hizo un mohin.

-No me importa, me lo llevo y punto - expreso sin dudar mientras veía a dos alfas frente a él. -Desatenlo y subanlo a mi carruaje - aviso antes de empezar a caminar de regreso, demostrando que su palabra era ley y que no estaba dispuesto a aceptar un no por respuesta.

Por torpeza un alfa al estar quitando este las cadenas cometió un error, uno que Zoro ocupo para liberarse y atacar al Omega que iba unos metros adelante de él.

Todos gritaron horrorizados al ver que si ese alfa alcanzaba al Omega, lo haría pedazos ya que no tenía Bozal para suprimir sus mordidas. Cuando Luffy sintió aquel instinto asesino ir hacía él, solo se giró y activo su olor, logrando que Zoro cayera de rodillas ante él.

-Ahora me perteneces Alfa, mis órdenes, deseos o caprichos serán absolutos para ti, ¿Te quedó claro? -. Ordenó con su voz cargada de seriedad mientras soltaba su delicioso olor a Uva.

Logrando que Zoro bajara la cabeza y asintiera mientras gruñía de inconformidad y disgusto.

Algo que tenía a Luffy feliz al ver que ese alfa le ponía un reto para domesticarlo.

-Que esperan, el Bozal - ordenó al alfa que se lo vendió, quien salió de su asombro con rapidez y fue a ponerle a Zoro aquel Bozal que impidiria que intentará morder al Omega de nuevo.
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Aquí está otro one de esta hermosa pareja que recién empecé a adorar.

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