starboy : f1 imagines

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creditos: by @uluvjay

Un grito frustrado salió de tu boca ante la sensación de insatisfacción, el ardor en tu estómago era tan fuerte pero no podías llegar al borde. Habías estado intentando durante semanas obtener una liberación, pero no importa lo que hiciste o intentaste, nada ayudó.

El golpe en la puerta de entrada fue lo que hizo que tu mano saliera volando de tus bragas, y el sonido de tu teléfono te hizo darte cuenta de quién estaba llamando a la puerta.

—¡Un segundo!—Gritaste, saltando de la cama y poniéndote los pantalones cortos desechados antes de dirigirte hacia la puerta principal.

—Hola—le respiraste al hombre de ojos verdes.

—Oye, ¿estás bien?—Cuestionó, ustedes dos habían pasado suficiente tiempo juntos para que él se diera cuenta de la mirada frustrada en tus ojos.

—Uh sí, solo estoy cansada. Entra, tomaré tu caja—sonreiste abriéndole más la puerta.

Su relación con el conductor británico había durado tres años amorosos y llegó a un final acordado. Como tú vivías en Londres, él en Mónaco y los viajes constantes por su trabajo, ambos se dieron cuenta de que se habían convertido más en amigos que en amantes.

Habían roto hace unos cuatro meses, pero debido a sus constantes viajes, el británico acababa de regresar a Londres.

Cuando regresaste, lo encontraste sentado en la isla de tu cocina, comiendo las galletas que habías horneado la noche anterior.

—Estas son jodidamente increíbles.—elogió con la boca llena de galletas.

Con una pequeña risita le diste las gracias antes de sentarte frente a él.

—¿Como has estado?—Tu preguntaste

—Bien, al equipo le ha ido bastante bien, así que eso siempre es bueno. ¿Y tú? Max dijo que la otra noche encontraste un pequeño juguete en el club.—sonrió.

Te sonrojaste ante el comentario de los chicos.—esa pequeña rata. De todos modos no llegó muy lejos.—te encogiste de hombros.

—Sí, ¿por qué?— Él se rió tomando otra galleta.

—Él uh... se vino en sus pantalones.— murmuraste

—¿Él qué?—Lando crepitó.

—¡Lando, no es gracioso! Estábamos, ya sabes... besándonos y lo siguiente que supe fue que él me estaba empujando y había una mancha húmeda en sus jeans.

—¡No es que lo siento! Pero no es tan vergonzoso, quiero decir que me has hecho correrme en mis pantalones. Mientras él acabe contigo, eso es todo lo que importa.—se encogió de hombros y se llevó la galleta a los labios, pero la expresión de tu rostro lo detuvo.

—Él acabó contigo, ¿verdad?— Cuestionó lentamente.

—Um, no.—te sonrojaste torpemente.

—Estás bromeando, ¿verdad?— Se burló de tu movimiento de cabeza.

—Lamento que los haya puesto a todos calientes y molestos, que haya venido en pantalones y luego haya salido corriendo.—Aclaró.

—Sí..

—Oh nena.— se rió levantándose y rodeando la isla hacia tu lado.

—No es gracioso, Lan.—lo regañaste mirándolo mientras se elevaba sobre tu silla.

—Tienes razón, lo siento cariño.—murmuró mirándote con ojos oscuros.

—¿Es eso lo que estaba mal cuando llegué aquí?—Él cuestionó.