Cuando las letras sangran.

Esto llamado autismo.

6 de mayo de 2023.

He vuelto a enfermar esta noche, en esa esquina del cuarto donde me protege la nebulosidad, y en medio de la ternura del anochecer solo tengo hilos en la cabeza y temblor en mis manos. No es
sorpresa, se me ha hecho costumbre terminar así; Y esque no puedo extrañar la sensación de comodidad cuando realmente jamás la he tenido.

Siempre trato de habitar mi cuerpo como se supone que debería, pero supongo que debería parar. Dios sabe que lo he intentado. Porque si dejo de engañarme, no hay momento en el que no me sienta fuera de lugar, y descubro que mi día a día se basa en tratar de ser lo que una persona "competente" y con "sentido común" debería.

Siempre imitando, aprendendiendo y adoptando conductas que nunca puedo tener por mi cuenta, porque ante sus ojos, una parte de mí siempre será "estúpida" y "defectuosa", demasiado atípica para ser tomada en serio. Es dífcil cumplir con lo que todos esperan cuando la mayor parte de tu vida te has sentido como una carga, y es exhaustivo sentir que tu sola forma de ser es un problema para todos a tu alrededor.

Pero luego, cuando enfermo en la noche y la oscuridad me esconde de todo lo ajeno a mí invalida naturaleza, nada parece importar realmente.

Dejando a un lado los clichés y el
sentimentalismo sobre aquellas cosas que son diferentes y por ende "especiales", no puedo evitar pensar que, por un segundo, lo mejor para mí sería ser ordinaria.

Mary Anne.

...

Todos los autistas somos diferentes, pero creo que algo que tenemos en común es que amenudo nos sentimos fuera de lugar, como si no pertenecieramos a ninguna parte y como si fuera un error ser como somos. No tienes que fingir para complacer a los demás, sé tu mismo y no te disculpes jamás por eso.