buitres en el estómago.

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23 de febrero de 2022.

Tengo una parvada acechando mi interior, revoloteando en mi estómago, esperan anciosos el deceso para alimentarse de todo. Ya no recuerdo cómo llegaron ni en que momento los dejé entrar, pues desde siempre me han rodeado y finalmente supieron donde atacar.

Vuelan cautelosos, mirando con deseo lo poco que me queda y que amenazan con devorar, se pelean entre ellos por quien logra consumir más. Me acechan con pensamientos y me picotean con palabras, me rasguñan el esófago y me entierran sus garras. No puedo sacarlos ni auyentarlos de ningún modo, no logro cazarlos, no me bastan los vómitos.

Y esque no tuvieron necesidad de infiltrarse en mi boca ni escabullirse por mi garganta, pues yo misma me convertí en un ansuelo que permitió su llegada. Los atraje a mí, regando en mi interior semillas de inseguridades y complejos, como parásitos los que le dí la bienvenida y que crecen junto con mi desprecio.

Aveces, se cansan de revolotear entre mis cardias y parecen migrar durante algunas semanas, pero cuando llega la temporada de invierno emigran para asegurarse de que recaiga.


Mary Anne.

Cuando las letras sangran.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora