capitulo V

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cuando llegue a mi cocina, mi cuerpo prácticamente cedió, ahora estaba tendido en el piso, mientras sangraba de mi costado herido, algunas magdalenas cayeron de la caja, tuve la suerte que unas pocas cayeron alrededor de mi cabeza, no podía pensar en nada, mi mirada estaba enfocada en la comida que tenía cerca.

mi cabeza se movió de tal forma que con la barbilla me empujaba hacia adelante, me estaba arrastrando poco a poco, lo único que mis ojos podían ver era la magdalena.

luego empecé a ver borroso, mi vista se estaba desvaneciendo, pero no paraba de arrastrarme, era como si mi cuerpo se moviera por instinto, necesitaba alimento y tenía alimento cerca, incluso cuando la neblina de mis ojos me tapo todo lo que veía, encontré un camino hacia la magdalena.

mis pensamientos se comenzaron a desvanecer, los pocos que podía hacer en ese momento.

antes de apagarme por completo, sentí que mi mandíbula agarraba algo y lo comenzaba a masticar, no se si también estaba masticando el papel, tampoco importaba.

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el sonido de los pájaros me despertó.

con una pesadez mayor, intenté abrir mis párpados, era, como decirlo, no difícil sino, como si me hubiera puesto una mascarilla de algo en la cara.

probablemente tenga algo en la cara.

mis sentidos empezaron a volver poco a poco, y una de las cosas que más se resaltaron, fue el sabor a pan y azucar en mi boca, no es que no supiera a qué sabía, sino que había partes de pan todavía en mi boca, estaban todas blandas y húmedas, no tenían sabor a amor.

escupi lo que creía que era un pedazo de magdalena, sólo para que me atragantara, y después de unos segundos algo un poco más grande y duro salio de mi garganta, esa cosa que salio me había lastimado la garganta, pero ya se estaba curando.

mis ojos todavía estaban tapados por algo, y a medida que despertaba, mis pensamientos volvieron a su velocidad habitual.

lo más probable, de lo que tengo untado en la cara, sean restos de magdalenas.

joder.

Intenté mover uno de mis cascos, y como ayer era difícil, como si lo estuviera moviendo en el agua, se sentía entumecido, más de lo habitual.

poco a poco moví mi casco, lo pase por uno de mis ojos, lo que estaba pegado a mi cara era blando y pegajoso, era extraño y con algunas partes duras de la masa.

Necesito un baño.

luego de pensar eso y limpiar un poco mas mi ojo derecho, lo logre abrir con algo de dificultad, lo primero que sentí fue el ataque de luz de un atardecer, "ugh joder" creo que fue una mala decicion hablar, porque, bueno.

varios jadeos salieron de mi garganta junto con un pequeño chorro de sangre y lo que parecian astillas de color blanco, eso y pedasos de magdalenas.

no se cuanto tiempo paso pero por lo menos ya no me dolia un lado del cuerpo, al parecer algunas grietas que se formaron por el choque de la rama ya se habían cerrado y las costillas ya no dolían. pero quisiera que el otro lado fuera lo mismo.

esta vez fue despacio y levante ambas pezuñas delanteras para poder pararme, dolió pero no tanto como en la mañana, al menos mis hueso ya estaban en su lugar, pero siguen rotos, los músculos estaban decentes al menos, algunos ya estaban curados y otros estaban a medio proceso.

cuando logré una posición sentada recordé lo que había tirado antes de mi cuerpo, mire hacia adelante para ver un trozo de hueso en el suelo... bueno ahora tengo otra parte menos del cuerpo.

intenta tener una vida honestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora