intenta tener una vida honesta

Capitulo XXIII

Al menos Everfree se descongeló en un pequeño lapso de tiempo. Creo que las lluvias y tormentas que tuvo pudo haber influido en eso. Bueno, al menos había trabajo disponible para mí. Todavía tenía que recolectar dinero para poder ejecutar mi plan. De todos modos, recientemente había visto cosas extrañas, en especial de la pony rosa que me encontré esta mañana, tenía un gorro sombrilla todo raro.

De todas maneras, el cartel no tenía muchas cosas, así que solo me dediqué a la caza, control de ecosistema, y recoger unas flores.

Agradezcí que los animales también fueron lentos por ahora, esos tres meses de descanso me estaban cobrando factura.

Caminando por los pequeños puentes de piedra que hay, vi algo que absolutamente no debería estar en el cartel: había una nota verde.

―Hermano, ¿qué coño?—, susurré.

Caminando a paso lento, llegué hacia el cartel y leí la nota: «ayudante de investigación».

―¿Ah?—.

Estaba absolutamente desconcertado. Miré más la nota, notando un nombre: «Twilight Sparkle». ¿Y ese quién coño era?

Giré la nota y dijo biblioteca, Golden Oak.

Parpadeé, aún desconcertado por esta vista.

La giré para ver el reverso: «solo el día de hoy». Bueno, esta cosa debía tener por lo menos una hora, a decir.

Suspiré y miré la parte que me interesaba más, y mis ojos se agrandaron un poco; veinte Bits, era más de lo que me daba una misión de Everfree.

Me senté para estar más cómodo y seguir pensando. Por un lado, ir a Everfree casi siempre me completaba dos o cuatro notas; por otro lado, ir a Everfree me mataría en algún momento, y primero tenía que recuperarme de lo que perdí en estos tres meses. ¿Arriesgarme a morir a manos de bestias mitológicas o arriesgarme a ser atrapado y experimentado por un científico loco?

...

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―Llegaste—, escuché la voz de una yegua que estaba parada frente mía.

Necesitaba alcohol.

―Sí, ¿de qué se trata la investigación?—.

La yegua rodó un poco los ojos, y me hizo pasar para que la siguiera. Pasamos por la biblioteca y entró en un cuarto que estaba debajo de las escaleras, y por lo que vi antes de entrar, parecía la gruta de Mordor. Luego fueron los tubos de ensayo y el gigantesco tubo de líquido verde de vete tú a saber qué.

Me estaba empezando a arrepentir de esto.

―Yuju, hola—.

Parpadeé por eso. Bajé mi vista a la parte de abajo para ver al pony rosa raro. Tenía algo en la cabeza, parecía un colador, solo que con muchos bombillos... Raro, estábamos en un pueblo, no debían ser fáciles de conseguir aquí.

Bajé las escaleras, para ver una máquina que estaba conectada a la pony rosa, como también darme cuenta que tenía una especie de grilletes en los codos que la mantenían atada a un pequeño apoyo.

Solo parpadeé, viendola extrañado, luego giré mi mirada a la máquina, que era parecida a una antigua para registrar los sismos, y rastreé todo lo que tenía la hoja con la métrica. Por lo que vi, seguía un patrón y nada fuera de lo común. Claro, ni de chiste soy un experto en esto, pero incluso yo reconozco patrones..., creo.

―Entonces ¿qué tratamos de investigar?—.

―A Pinkie Pie, y su «sentido Pinkie», que hace que prediga eventos que pasaran en el corto plazo—.