Capitulo XII

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cuando intenté salir por las puertas del castillo abandonado, noté que estaban bloqueadas de algún modo, no tenía la energía suficiente como para intentar forzar las puertas, así que no tenía muchas opciones.

no sabía si era por la mañana o pasada la tarde, ahora mismo estaba perdido con el tiempo, tampoco sabía si era el mismo día o el siguiente.

pero a juzgar por su sangre, era el mismo día.

camino por donde había atravesado un muro, quizás encuentre una salida si iba por dentro.

tiene que haber más muros derrumbados... no?

...

Camine por el castillo, era un tanto difícil porque mi mente se iba de la conciencia a la inconsciencia por momentos.

encontré varias cosas extrañas, entre ellas una biblioteca de aspecto tétrico, o bueno, tal vez eran mis alucinaciones lo que la hacía tétrica.

Creo que mi cerebro no está funcionando bien en este momento.

Camine un poco más, encontré lo que parecía una cocina, era rudimentario en el mejor de los casos. Había cosas que parecían hornos de leña, y entre eso muchos más artículos de cocina que parecían del siglo XVI, era extraño de ver.

Me moví para mirar si en los gabinetes había algo de interés. también podría sacar algo de aquí y guardarlo para sí mismo en el futuro.

no había mucho si tenía que ser sincero. un par de cuchillos, no más grandes que su pezuña, unas pequeñas sartenes, que también agarre, cantidad por calidad también podría hacer la diferencia en un momento crucial.

camine lentamente, ahora estaba adolorido por cargar mas peso del que necesitaba, "mi cuerpo esta cerca de colapsar y mírame, llevo más cosas que encuentro" nadie me escuchaba pero tampoco es como si importara, "a veces creo que soy masoquista"

es gracioso, pero el dolor siempre fue una parte de mi vida, si no me lo hacen otras personas, eran por caídas, o accidentes desafortunados que tenía.

Pero esas heridas yo siempre me las re abría, era doloroso, pero extrañamente tranquilizador. aunque casi siempre se infectan.

Meh, ya me acostumbre a las heridas infectadas, claro seguían doliendo como el infierno cuando crecen demasiado, pero podía vivir con ellas sin que me molestaran demasiado.

mire los pasillos que estaba pasando, habían algunas armaduras equinas, no me moleste en tocarlas o algo, siempre podían ser alguna trampa, como decía mamá, ver y no tocar.

je, esa frase es muy cierta en ciertas ocasiones. no siempre podía salirme con la mía cuando estaba con ellos, pero hey, era gracioso.

mire a lo lejos un muro derrumbado, tal vez una salida, tendría que comprobarlo.

Camine lento pero seguro hacia lo que parecía una salida.

y para mi suerte lo era, aunque no sabía en qué lado de afuera estaba, estaba fuera, camine lentamente, apoyando en los escombros que se veían más seguros.

el césped se sentía extraño, tal vez eso se debería a mi contacto con la magia de esa cosa, que mi cuerpo ahora está un poco raro. levantando una pezuña a mi cara comprobé las nuevas cicatrices que tenía, eran más parecidas a grietas, algunas pasaban por encima de otras, otras se unían para hacer una más grande, era extraño, y lo peor de todo, no sentía que pudiera curarlas.

"bueno serán cicatrices que veré toda mi vida entonces."

era mejor ver el peor aspecto, así no te sorprenderías del futuro.

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