Capítulo XX

38 30 0
                                    

[Un pacto de silencio ]

Lys

El mundo se había vuelto un caos. Cada vez que encendía la televisión, veía mi universidad en las noticias. Los rostros de mis compañeras, ahora solo recuerdos, son exhibidos como si fueran trofeos de una tragedia inimaginable. Cuatro vidas jóvenes, arrebatadas en un abrir y cerrar de ojos.

Siento un nudo en la garganta cada vez que escucho sus nombres. Cada vez que recuerdo sus rostros, que ahora se sienten como un eco lejano. La más reciente, es la que más duele; tal vez porque presencié su muerte.

Las cadenas de televisión se deleitan con nuestra tragedia, alimentándose de cada detalle morboso. Nos convertimos en el centro de atención, el último espectáculo para el público hambriento de drama.  Pero para mi, esto no es un espectáculo. Es mi realidad, mi infierno.

La universidad, el lugar que una vez fue un lugar de aprendizaje y crecimiento, ahora se siente como una prisión. Los pasillos resuenan con susurros y murmullos, cada mirada llena de lástima y miedo. Me siento observada, juzgada, como si de alguna manera tuviera las respuestas que todos buscan.

Pero no las tengo. Solo tengo preguntas, dudas y un dolor que parece no tener fin.

¿Cómo se supone que debo seguir adelante cuando cada día trae un nuevo recordatorio de lo que hemos perdido? ¿Cómo se supone que debo sentirme cuando el mundo sigue girando como si nada hubiera pasado?

Estoy viviendo un infierno, pero no estoy sola. Todos estamos lidiando a nuestra manera, tratando de encontrar algún sentido en esta locura. Y aunque el camino por delante parece oscuro, sé que de alguna manera, debemos encontrar la manera de seguir adelante.

El sol comenzaba a desvanecerse en el horizonte, pintando el cielo de tonos  naranjas y rosa. Estaba sentada en el patio de la señora Inés, perdida en mis pensamientos. Habían pasado dos semanas desde que había dejado de asistir a clases. Una decisión tomada por Jungkook para protegerme.

Después de que todos conocieran lo que había pasado en el baño, tuvimos una semana de duelo, lo que implicó cancelar las clases por esa semana, además de que el FBI estaba en la escena investigando y recolectando todo tipo de pruebas para dar con el sospechoso. Luego de esa semana volví a clases pero fue difícil. Me sentía perseguida. Apenas pude asistir a dos clases, en las que después de verme tan afligida, Jungkook prefirió que me quedara con él, hasta que esto pasara.   

— ¿Lys? —lo escuché de repente, sacándome de mi cavilación. Lo busqué recorriendo el lugar con mi mirada. Vestía su habitual ropa deportiva. — Voy a salir a correr. —anunció, ajustándose sus tenis.

Lo miré, una idea formándose en mi mente.

— ¿Puedo… puedo ir contigo? —pregunté. Jungkook se detuvo, sorprendido.

— ¿Pasa algo? — cuestionó poniéndose a mi altura y sosteniendo mi mano.

— Solo…necesito salir. —admití. Jungkook, me ofreció una sonrisa suave.

— Está bien, me encantaría que vinieras, hace dos semanas te lo vengo pidiendo, supongo que hoy estás dispuesta.

— Tienes razón, pero no tenía ánimos, ni energía para hacerlo. —le dije, mientras me ponía de pie. — Voy a cambiarme, en unos segundos estaré lista.

— Bien, te espero enfrente. —me hace saber, en tanto que entró al sótano para cambiarme.

Tiempo después salimos juntos, mientras el aire fresco de la tarde golpeaba nuestros rostros. Llegamos al parque y comenzamos a correr,  sincronizando nuestros pasos. Podía sentir el latido constante de mi corazón, el ritmo constante de mis pies contra el pavimento. Se sentía liberador.

Mi Destino Lleva Tu Nombre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora