Capítulo VII

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[Inesperada Confesión]

Lys

Dicen que la vida es como una montaña rusa, tiene subidas y bajadas y también partes intermedias, donde la velocidad no es ni tan rápida, pero tampoco es lenta.

En ese momento, me sentía en un punto más allá de la cima de una montaña rusa. Sentía que flotaba entre suaves nubes que me abrazaban, mientras los rayos del sol, me acariciaban con calidez.

Parecía una fantasía, una ilusión, o un sueño, de esos que deseas que duren el máximo tiempo posible para poder disfrutarlo.

Pero todo deja de sentirse como una falsa realidad, y lo inesperado llega para demostrarme cuán real es lo que estoy sintiendo. Los labios de Jungkook se abren y su lengua hace acto de presencia, lo que provoca que mis labios se abran dándole paso.

Rozo los suyos con lentitud, lo que parece estremecer su cuerpo, pero antes de que continúe, suelta un gruñido ronco cuando su teléfono suena en algún lugar de la casa.

Parece reacio a separarse de mi boca, pero la estridente melodía no deja de escucharse. Al momento en que se aleja, siento mis mejillas arder.

- Voy a matar al que está llamando. -dice. - Dame un segundo. -asentí, cuando se fue a buscar el teléfono. Por mi parte, abanico mi rostro tratando de disimular un poco la vergüenza que siento, al pensar en la forma como me ha besado y en que le correspondido.

No hace falta repetir nuevamente mi poca experiencia en estas situaciones, así que cuando le correspondí lo hice sintiéndome muy nerviosa por no hacerlo bien, pero si fue así, a él poco pareció importarle. Cabe aclarar también que, aunque él no haya sido el primer chico al que he besado, si ha sido el primero que me ha hecho sentir un espectáculo de fuegos artificiales en mi interior.

Dicen que algunas veces el primer beso no es tan memorable como se cree y coincido con ello. Recuerdo que hace unos años atrás, cuando un antiguo amigo me pidió que lo ayudara con algo, nunca imaginé que me besaría repentinamente. Había sido mi primer beso y había sido solo para ayudar a alguien más a practicar su manera de besar.

Que Jungkook me besara había sido algo repentino también, pero darme cuenta de que él parecía desearlo tanto, cambiaba las cosas.

Lo vi alejarse un poco cuando respondió, así que me dispuse a recoger lo que habíamos usado para comer y tiré a la basura lo que no se necesitaba. Aunque la verdad no podía concentrarme en lo que hacía, todavía podía sentir la boca de Jungkook sobre mis labios, era como una especie de alucinación todo aquello. Cuando llevé un par de dedos a mi labio inferior, empecé a palpar lo hinchado que estaban, y fue en ese segundo que un calor empezó a florecer dentro de mí, algo completamente nuevo de lo que poco sabía qué hacer llegado a ese punto.

¿Qué se supone que iba a hacer ahora? Nunca me vi en una situación así, tampoco tenía el valor de preguntarle qué significaba el beso para él. No quería sonar ingenua con respecto al asunto, pero tenía tantas teorías en mi cabeza sobre los besos, los sentimientos, y de lo que conllevaba finalmente, a que los protagonistas de los tantos libros que he leído, estos terminen en un felices por siempre; sin embargo, ahora me sentía una tonta por quedarme callada y sin valentía para decirle lo que quería. Y si lo hacía, ya no habría vuelta atrás si él no pensaba de la misma manera.

- Lys... -escuché su voz llamarme, suficiente motivo para devolverme a la realidad. - ¿Estás bien? -me preguntó acercándose hasta dónde estaba, había alejado rápido mis dedos de mi boca, no puedo entender qué tipo de trance provocaba en mí sus acciones.

- Sí, limpié la mesa, y tiré a la basura lo demás que no sirve. -murmuré en un hilo de voz, el que apenas fue un susurró para mis oídos.

Jungkook se me quedó viendo unos segundos que parecieron eternos. Esta situación es la que tanto había temido. Si se arrepiente, lo más seguro es que después de esto, no lo vuelva a ver.

Mi Destino Lleva Tu Nombre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora