Dolor -[Luckity]-[Omegaverse]

Cochi. -5.

Alguien más entraba a la habitación.

Era...Cochi. si, Cochi. Luzu recordaba perfectamente su nombre, había notado que Quackity comenzó a hacer más cosas con ayuda de ellos dos, sus primos.

Había dejado que ellos siguieran refujiandose en la iglesia para saber hasta donde llegaban.

Pero ahora que lo pensaba, el nunca se pregunto por ellos desde que llegó ahí, siempre era ver y sentir como Quackity y Rubius lo golpeaban o humillaban.

Esto último lo hacían cuando estaba enfermo y le tiraban la sopa al suelo, queriendo que la lamiera de allí.
O cuando le tiraban encima el vaso de agua fría.

-Ten. -Dijo Cochi, dejándole dos platos con sopa en la mesa, una taza de chocolate caliente y un pan recién hecho.

Luzu salió de sus pensamientos, mirando embobado la comida, ya que un humo que salía de ellos demostraban que estaban recién hechos.

-Esto es un truco, ¿verdad? -Pregunto desilusionado, no podía confiar en una persona que apoyaba el que lo había encerrado ahí , menos si se trataba de su primo, alguien de su familia.

Cochi camino hacia el. Luzu listo, agachó la cabeza en reacción a esto, pensaba que le daría golpes igual que los otros, pero solo se acercó para liberarlo de las cadenas.

Luzu no sé lo espero, vio como por fin sus manos estaban libres de nuevo, a la vez sus pies y cuello.
Miro hacia arriba viendo como cochi dejaba una gran manta encima de la silla, antes de acomodar la mesa y la comida.

-¿Por qué haces esto? -Pregunto por fin.

Cochi lo miro y bajo la cabeza.-Le advertí a mi primo que si no te dejaba en buen estado antes de que llegara la tragedia, yo mismo lo haría. -Dijo cerrando la ventana y dejando abierta la puerta del baño.-Y, ahora come, la comida se enfría. -Dijo antes de irse.

Cochi cerró la puerta por detrás, dejando a Luzu solo de nuevo en esa habitación.
Solo pudo sentarse y empezar a comer antes de que la comida se fuera a la mierda.

Pasaron las horas, Luzu ya había acabado de comer, ahora simplemente estaba sentado en la silla, cubierto por otra manta que dejó Cochi.

Se lo agradeció mucho, a pesar de que se sentía raro decírcelo, lo hizo.

Con esa comida estaba lleno, y con esas mantas estaba calientito, no sufriría tanto por las noches si es que Quackity o Rubius no venían.

Obviamente lo harian cuando ellos entraran para llevarlo al baño, pero tenía leves esperanzas.

Aunque dudaba, ya que Cochi dejo la puerta del baño abierta, quizás por si tenía ganas de ir a hacer sus necesidades.

A pesar de lo raro que se sentía ahora por estar abrigado, decidió dormir, no sabía si en cualquier momento Quackity o Rubius entraban para golpearlo.

Cochi se dirigía a su puesto de siempre, que básicamente se trataba de sentarse en una silla y quedarse ahí durante horas.

Cuidando que Luzu no escapara.

La verdad, solo acepto ese cargo por parte de su primo para evitar que otra persona se aprovechara de este mismo.

El en lo profundo de su ser, no quería que su primo matara a Luzu, estaba consciente que este mismo era un Omega y que era más fácil de manipular a uno cuando se le ponía en una situación horripilante, pero su primo poco a poco se pasaba de la raya, se supone que le prometió que Luzu solo sería golpeado(que aun es malo) pero comenzo a notar que Quackity junto con Rubius humillaban a Luzu, lo hacían pasar de una habitación caliente a una fria a propósito, llegandolo a enfermar.

Nunca le gusto ver a un Omega ser maltratado, y nunca pensó que Quackity lo haría, pero ahora que todos los días tenía que verlo, odiaba ese comportamiento.

Aborrece el machismo, y en su primo mucho más, pero no podía hacer nada cuando incluso el y Beni eran advertidos por Quackity de matarlos.

¡A su propia familia!, Cochi ya no soportaba nada, solo estaba allí para cuidar de Luzu, raro por parte de el, pero lo hacía porque sabía que Vegetta, esposo de Rubius, se notaba muy preocupado por Luzu, sabía que Rubius nunca sentiría empatía por nadie, aún si el que sufria era su propio esposo.

Simplemente se quedó sentado en la silla, esperando a que las horas pasaran rápido, para evitar que su primo volviera como todos los días.

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