Dolor -[Luckity]-[Omegaverse]

Soledad.-3. [Temp.2]

Cochi apenas había llegado a Karmaland, y la razón por la que se seguía manteniendo estable, era por Luzu, decir que lo extrañaba era quedarse corto, pues durante todo el tiempo que estuvo alejado de él, más hizo que se enamorara de el.

Pero mientras su amor e ilusión hacia Luzu crecía, su odio y rencor también, haciéndolo pensar en las mejores formas de hacer que su primo caiga de la punta más alta de su vida.

Pues no era tonto, ya no. Se había enterado por los trabajadores de la remodelación de la casa de su primo que en el segundo piso había una habitación pequeña, la cual estaba adaptada para la comodidad de un bebe. Y si, cuando vio eso no pudo evitar soltar una maldición mientras golpeaba el suelo con sus pies, saltando y golpeando la pared, lo más cercano que tenía.
Pues su irá lo consumió totalmente, ya que su primo, no, Quackity había roto su ilusión.

Cochi ese mismo día se fue a un bar, el único que conocía, relatandole a unos hombres como su primo le había "robado" al "amor de su vida". Estuvo en ese bar durante la mitad del día, hasta que el sueño lo comenzó a consumir y tomo la decisión de irse.
Pago lo que consumio, se despidió de los hombres y comenzó su caminata, pero en el camino se encontró con un parque solitario.

Este parque era inmenso, tenía paredes de ladrillo hasta la mitad, con una reja puntiaguda y de muy bonito diseño por encima, había árboles en cada esquina, lo único que no te impedía perderte, era el camino que guiaba a la gran fuente de al centro, la cual estaba un poco descuidada, de hecho, todo el parque lo estaba, pues las bancas de cemento estaban con hojas, ramas, tierra y raíces alrededor.
La fuente estaba igual, lo único que cambiaba era que el agua seguía estando clara, con un muy bonito color de azul.

Cochi se sentó allí, viendo hacia el cielo estrellado, pues había salido muy tarde del bar.

Suspiro, bajo su mirada apagada y dejo caer una lágrima, pues sentía en ese instante una soledad inmensa, una que lo inundaba poco a poco, llenando cada una de las partes de su cuerpo hasta ahogarlo a el en esa soledad.

Luzu estaba embarazado, y no de cualquier persona, de su primo, embarazado de su primo, el mismo tipo que había golpeado, abusado y violado de el, de Luzu.
Soltó más lágrimas, pues no sabía que Beni lo traicionara, no dandole a Luzu los supresores de feromonas, los supresores del celo.

Mientras más lágrimas bajaban por sus mejillas, miro hacia el cielo, admirando las estrellas, pero no a la luna, porque por más que quisiera negarlo, le recordaba a su primo. Quizás por eso odiaba las noches, porque odiaba sentirse solo, porque odiaba tener a alguien recordándole su fracaso, recordándole su error.

Pronto las nubes cubrieron el cielo, y entre cada gota de lluvia que llegaba, Cochi soltaba una lágrima, mientras se paraba, las gotas de la lluvia caen más fuerte, impactando contra el agua de la fuente, impactando contra su cuerpo, e internamente, impactando contra su corazón.

Cochi empezó de nuevo su caminata bajo la lluvia, de alguna manera, disfrutando el frío que recorría todo su cuerpo con cada gota.