Dolor -[Luckity]-[Omegaverse]

Puntos de vista. -15.

Cochi despertaba muy energéticamente a las seis de la mañana e iniciaba su nueva rutina.

Para interactuar más, se la pasaba explorando el pueblo, no era tan grande, pero tenía unos detalles que parece que nunca tuvo otro lugar a su parecer.

Cada vez que veía tiendas, lugares o decoraciones en el pueblo, siempre se preguntaba: ¿A Luzu le gustará esa comida?, ¿Que tipo de libros le gustan?, ¿Le gustan los restaurantes?, ¿Le gustará salir de casa seguido?, e gustarán las malteadas?, ¿Y si...nos casamos?, ¿Le gustará lo exótico?, ¿Querrá algo caro?, ¿Pensará que soy muy material?, ¿Preferirá un tipo de accesorio?, ¿Que le regalaría en un aniversario?, ¿Tendremos hijos?, ¿Como lo llamaríamos?...

Cochi tenía todo tipo de preguntas, sin dudar de si Luzu sentía lo mismo o no, o si podrían estar juntos, Cochi solo se sentraba en anotar lugares, tiendas, etc, solo para que cuando llegue Luzu, enseñarle y darle todo tipo de experiencias.

Una gran lastima es que su primo, Quackity, no se quedaría atrás.

Sapo Peta se despertaba de una resaca, después de llegar a su fábrica/casa, se dispuso a tomar por sus sentimientos no correspondidos.

Había tenido varios sentimientos hacia Quackity, pero estos los termino en cuanto Quackity vio que ya no era algo físico, pero sabía que simplemente Quackity no correspondía los mismo sentimientos por estar detrás de Luzu. Lo entendió, a pesar de una desilución y el leve enojo que sentía, lo acepto.

Pero no era lo mismo con Rubius, sabía que a veces a Rubius le desagradaba hacer esos exóticos bailes, pero siempre llegaba a el pidiéndole algo a cambio de los bailes, no lo entendía. Pero esa incomprensión y ese misterio que daba Rubius, le hacia querer saber más de ese oso híbrido.

Rubius le prometió que tendrían una relación formal cuando llegara, pero solo paso dos meses para que Rubius encontrará a alguien más. O era simplemente su ingenuidad, se había forzado a creer en que Rubius no tendría amoríos tan largos con un héroe de Karmaland, que era algo corto, que solo él era el que tenía más oportunidad, parece que no.

Unas horas antes de ir a la cena, Rubius le explicó que no podría corresponderle, que no podían ser pareja, como siempre, Rubius mostró desinterés, alejándose y siendo distante en sus palabras. Le dolió, si, demaciado, el amor no correspondido dolía.

Saber que se había casado con Vegetta y que esperaban a un nuevo miembro a la familia lo hacía sentir peor, una envidia crecía internamente.

Rubius se veía tan contento y alegre con Vegetta, se le acercaba, le susurraba al oído, lo besaba de vez en cuando, lo agarraba de la mano con fuerza e incluso duro sentado en las piernas de Vegetta un buen tiempo.

No sabía si Rubius lo hacía a propósito o no. Pero de igual forma, el dolor incremento más, fue la clara razón por la que no correspondió, simplemente perdió una oportunidad que nunca tuvo.