Traición y Sangre ✔ [+18]

Capítulo 46 | El cargamento

𝑴𝒂𝒅𝒅𝒐𝒙

El día había llegado y todo mi cuerpo parecía saberlo.

Esa mañana abro los ojos cuando el primer rayo de sol ingresa por mi ventana, casi de forma automática me incorporo y me doy una ducha para activar cada célula de mi cuerpo. Paso media hora bajo el agua, hasta que siento mi piel arrugarse como pasas pero no me importa. Necesito estar despierta, estar tranquila, no ser impulsiva y pensar con claridad.

La terapeuta me receta pastillas para mantener a raya mis ataques de pánico, no las he usado porque tengo miedo de generar una especie de dependencia pero ese día lo hago. Siento que necesitaré de cualquier cosa para mantenerme en todos mis sentidos, aunque el consumir pastillas la mañana de un día muy importante para mi puede estropearlo todo pero me convenzo de que estas me serán de ayuda.

No es solo un día más, una misión como las otras, no es un operativo para buscar diamantes y entregarlos en una ubicación pactada. No se trata de un negocio entre socios, esto es más importante que cualquier otra cosa que hayamos hecho antes porque involucran a más personas, pero por sobre todo: personas inocentes. Que han caído en una red peligrosa y oscura, una de la que en cualquier otra situación no tendrían oportunidad de salir.

Pero esta vez sí, aunque ellas no lo supieran, esta vez había una oportunidad, una chance de salvarse. Y todo eso recae en mis hombros, en los hombros de todos los que estábamos involucrados.

El problema era que no se trataba de un acuerdo. Nos íbamos a infiltrar en los negocios de otra organización. Lo que se conoce como una declaración de guerra.

Algo que South ya hizo cuando me secuestraron, esta vez era una respuesta. Letal. Contundente. Un mensaje sin ningún tipo de clave. Un mensaje claro.

Solo en ese momento es que soy consciente de que es el segundo operativo que planeo, dirijo y del que soy parte. No cuento con la experiencia de los otros pero no dejo que eso me desanime, si quiero que me respeten por quien soy, debo demostrar de lo que soy capaz. Y no tengo miedo a ponerme en riesgo, me quitaron tanto que acabaron incluso quitándome el miedo.

Esa mañana intento desayunar pero no puedo, no tengo apetito y siento que por dentro comienza a gestarse un torbellino de nervios y ansiedad que me obligo a mantener controlado. Decido ir al gimnasio y entrenar un poco, luego voy a las oficinas de mi padre, hablo con Jace y Will, nos aseguramos de tener todo preparado. Esto se llevará a cabo en la noche, a última hora. Así que sé que no volveré a dormir hasta que esto acabe.

Y puede haber dos finales posibles: toda la mafia Draghi termina muerta o toda la mafia South.

De cualquier forma, morirán muchas personas.

Esperaba no ser una de ellas.

Antes de regresar a mi casa paso a ver a Penny. Luego de que pude serle honesta con respecto a mi vida, a mi verdadera vida y no a la mentira que debía sostener, todo entre nosotras se convirtió en algo mucho más real. Penny es mi mejor amiga y jamás puse en duda su afecto hacia mí, pero sabía que ella podía no sentirse cómoda luego de saber toda la verdad pero me sorprendió darme cuenta que me equivocaba.

Su pensamiento hacia mi no cambió, sus sentimientos tampoco y nuestra amistad solo evolucionó hacia un estado mucho más sincero. Así que esa tarde fui a visitarla, la puse al tanto de todo lo que había pasado en los últimos días, de todo lo que habíamos descubierto y lo que estaba a punto de suceder en un par de horas.

No le agradó en absoluto.

Aun cuando le prometí que no había de qué preocuparse, porque se daba cuenta que en realidad mentía para dejarla más tranquila, luego de recordarle que esto no era solo para mí sino para aquellas niñas. Entendió mi punto pero le pareció demasiado peligroso.