Capítulo 22: Intentándolo

61 9 1
                                    


Pov: Jungkook

Me parecía irreal todo lo que había sucedido en las últimas 12 horas: Pasé de estar enfadado con Jimin a estar en su cama, entre sus brazos y piernas. Al llegar a mi casa organicé mis próximos días lo mejor posible, quería tener tiempo para de alguna manera encontrarme con mi chico, me despertaba tantas emociones que estaba ansioso por conocerlo a fondo y llevarlo a citas, brindándole grandes momentos, quería ser tan romántico como creía que él merecía ser tratado. Era la primera vez en muchos años que algo me motivaba a sacar mi nariz de mi trabajo.

Pasamos el fin de semana hablándonos por mensajes, él estaba bastante atareado con la universidad y yo aprovechaba para adelantar trabajo desde casa, pensaba que al menos podríamos juntarnos a mitad de semana a más tardar, pero estaba bastante alejado de la realidad.

Jimin parecía solo saber dar negativas, alegando que estaba sobrepasado y no llegaba con sus exámenes y entregas. Hacia el jueves me estaba comenzando a desesperar un poco, sentía que solo yo ponía iniciativa para vernos, y vamos, los dos teníamos cosas que hacer pero quería tener algo de importancia en su vida al menos. Nos estabamos empezando a conocer y pensaba que ambos teníamos que mostrar algo de voluntad en esto si queríamos llegar a algo. Decidí enfrentarlo por mensajes, que era el único medio por el que parecía poder comunicarme con él, aunque tuviese que esperar bastante tiempo por sus respuestas.

Jk: me da la impresión de que no tienes ganas de verme

Jimin: Koo literalmente anoche no dormi, no doy más, no llego

Jk: puedo ayudarte con algo?

Jimin: No sumarme presiones estaría bien...

Me sentí un poco culpable, ya estaba olvidando lo que era ser un universitario al borde del colapso mental, hacía varios años que no daba un exámen o pisaba una universidad siquiera y yo estaba juzgando sus actitudes desde mi perspectiva, sin pensar en lo que pudiera estar pasando en su vida. Es real que me sentía bastante ignorado, pero al mismo tiempo estábamos recién comenzando algo, no podía pretender la atención de un novio de años, sin saber cómo era la vida o la rutina de Jimin.

Jk: perdón Jimin, me parece que me he vuelto adicto a ti y no tenerte cerca me genera abstinencia...

Intenté suavizar la conversación, no quería sonar tan tajante, quería que mi chico entendiera que simplemente tenía sobradas ganas de volver a verlo.

Bajo el nombre de Jimin se leía "escribiendo", sentía que borraba y volvía a redactar, indeciso de qué decirme.

Jk: me dejas aunque sea llevarte la cena? Solo 5 minutos bebé, prometo no molestar, quiero verte, intentar ayudar...

Jimin: puedes venir a cenar conmigo, mi departamento es un desastre pero si no te importa, un poco de compañía no me vendría mal

Jk: en media hora me tienes allí con provisiones

Jimin: hecho.

Bien, no sería una cena romántica tal vez, pero tendríamos la oportunidad de seguir conociéndonos y tal vez robarnos uno que otro beso o caricia.

Llegué puntual a su refugio con una buena cantidad de pollo frito y helado para la cena. Jimin no mentía, verdaderamente estaba hecho un desastre. Habían lienzos y dibujos repartidos por el suelo, apuntes inundaban la mesita y las sillas desordenadamente, no sabía donde pararme o donde dejar la comida. En la cocina integrada solo se veían envases de comida apilados en la mesada y platos sucios acumulados en la bacha, me estaba empezando a dar algo. Pero pensé "fui advertido" por lo que intenté poner lo mejor de mí. Jimin me guio a través de un caminito libre de cosas en el suelo hacia su cama, sus mejillas estaban rosadas y evitaba mi mirada

-Perdón Koo- me enternecía ese pequeño apodo con el que había comenzado a llamarme -Se que esto es un chiquero, de verdad no puedo más, suelo comer en la cama que es el único lugar libre de estudios, te molesta?- Sus ojos de cachorro y su leve puchero me ablandaban eficazmente

-No bebé, claro que no me molesta- Acaricié su rostro e intenté poner la mejor cara posible, después de todo yo estaba invadiéndolo en un momento complicado para él, claro que me molestaba pero podría ignorar este detalle por una noche -Ya tendrás tiempo de ordenar más adelante-

Puso una mueca extraña y cambió de tema, preguntándome por mi semana, comenzamos una charla amena mientras cenábamos, me alcanzó una cerveza pero se negó a tomar algo que no fuera café, alegando que debía estar despierto y atento para poder llegar a sus fechas límites.

-Bueno, ahora tengo que continuar- Se despegó de mi boca, estábamos en una sesión de besos de postre, que ninguno de los dos quería realmente cortar.

Y de allí en más fui una almohada más en su cama, un adorno. Se concentró de tal manera en sus pinturas que me ignoró olímpicamente. En un principio me deleité viéndolo danzar de aquí para allá agregando pinceladas en sus cuadros, pero luego de algunas horas comencé a irritarme de que ni siquiera volteara a mirarme una vez al menos.

-Jimin creo que yo me voy yendo, ya es tarde-

-Okeey- Me entregó mi abrigo, me besó y antes de que fuera consciente ya estaba en el pasillo de su departamento, con la puerta cerrada, me sentí despachado como paquete en el correo, no se que esperaba, si pretendía que me retuviera o me rogara que me quedase un ratito más, pero no me imaginé que fuera a estar de acuerdo tan fácilmente con mi partida.

Esa visita había sido agridulce, comprendía por lo que pasaba mi rubio, pero al mismo tiempo quería algo de atención, me consolé pensando que tendríamos otras oportunidades, alguna cita o algo así.

Pero las dos semanas que transcurrieron desde ese encuentro fueron similares, si lo quería ver tenía que caerle de visita, teníamos una hora hermosa donde compartíamos algo de intimidad, y luego se aislaba del mundo sometiéndose a sus tareas. Su departamento estaba cada vez más caótico y desordenado y para colmo no me dejaba tocar nada, alegaba que podría arruinarle algún trabajo y sus entregas estaban tan próximas que no podría arreglarlo a tiempo.

En algunas oportunidades aparecía Taehyung, me ponía un poco celoso de la cercanía que compartían esos dos. A él si le dejaba toquetear sus cosas, lavar sus platos, incluso hurgar entre su ropa, mientras que yo seguía relegado a estar en la cama y no tocar nada. Entre ellos cuchicheaban, compartían risas, se ayudaban, mientras que a mi nadie me dirigía la palabra, daba igual si estaba o no allí.

Decidí que ya había puesto suficiente de mi parte con esas visitas en los últimos 15 días, dejaría pasar un tiempo esperando que Jimin tomara la iniciativa de vernos, que me prestara un poco de atención voluntaria. Esto recién sucedió al cabo de una semana más de no vernos y casi no hablarnos y yo ya no estaba del mejor de los humores...




Quedan poquitos capítulos, ya es la recta final!



Imantado a ti - Kookmin -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora