Capítulo 19: Voy hacia ti

69 9 1
                                    


Pov: Jungkook

Llegué a su departamento con una rapidez inhumana, tal vez me llegaría alguna multa por exceso de velocidad, pero a quién le importaban esos detalles. Necesitaba con todo mi ser aclarar las cosas de una buena vez y estaba esperanzado, cada vez me inclinaba más a pensar en que las intenciones de mi rubio habían sido inocentes y no malintencionadas como había creído en un principio. Había estado enceguecido por la historia con mi ex y ni siquiera había dejado que Jimin dijera tres palabras, que haya estado en mi departamento seguía siendo algo censurable, pero quería al menos escuchar su versión.

Pasé por la portería con el código que me había dado ese tal Taehyung, según él Jimin no le estaba respondiendo a nadie en esa semana. Aparentemente había estado enfermo, aunque su amigo lo ponía en duda, decía que Jimin tenía una salud de hierro y que era muy coincidente que se enfermara la misma semana que yo lo había rechazado con tanta crueldad, culpa ven a mi. Si quería alguna chance de verlo tendría que tocar su puerta directamente, pretendiendo ser alguien cercano, de otra manera podría acampar en la puerta de su edificio sin ningún resultado favorable.

Eso mismo hice, la puerta se abrió lentamente frente a mi.

-Taetae- Lo escuché susurrar con voz afectada por el sueño

Y cuando se reveló su figura me quedé estático. Mi chico, si aún podía llamarlo así, estaba completamente desnudo frente a mí, sus ojitos se abrieron en sorpresa y dio un portazo cortando mi deleite al verlo. 

-Jimin abre, quiero hablar contigo-

-Ño- Contestó, casi inaudible. Tierno...

Casi al instante mi mente comenzó a llevarme por caminos oscuros nuevamente ¿Por qué estaba desnudo? ¿A quién esperaba? ¿Le abría la puerta a todo el mundo con su traje de nacimiento? Me di un golpe en la cabeza con la palma de mi mano y realicé esas preguntas en voz alta, esta vez me podían responder certezas y no suposiciones. Haber maquinado tanto durante esta última semana que pasó solo me había traído problemas, debía aclarar mis dudas.

Para mi suerte Jimin seguía detrás de la puerta, por lo que escuchó todo sin problemas.

-¿Por qué estás desnudo Jimin? ¿Y por qué abriste la puerta con tanta confianza?-

-No soy un pervertido- respondió con un dejo de ofensa en su tono

-Nunca dije que lo fueras, solo me parece peligroso abrirle así a todo el mundo- Intenté suavizar mi tono, Jimin sonaba a la defensiva y su voz parecía triste, necesitaba consolarlo aunque aún no tuvieramos nuestros asuntos resueltos, ese chico me generaba sentimientos que nunca antes había experimentado. Todo atisbo de duda que pude tener desde mi último encuentro parecía ahora irracional, no podía entrar en mi cabeza como yo podía haber llegado a comparar a este muchacho que exponía su alma con tanta facilidad, a las capas de falsedad que arrastraba Lilly...

-Solo Tae tiene el código de entrada a mi edificio, maldito traidor, y él es como un hermano para mí. Me olvido vestirme a veces cuando el viene, no es la gran cosa- Intentó sacarle importancia al asunto

A mi si me parecía la gran cosa, no quería que nadie más tuviera la oportunidad de embeberse en su belleza, estaba comenzando a sentir un impulso de protegerlo del mundo -¿Y si era un vecino? ¿O el encargado? ¿O un ladrón?-

-Tienes un buen punto, esta vez era un pervertido después de todo.- Jimin sonaba un poco más ligero, casi con un poco de burla en su voz

-¡Que no soy un pervertido!- 

-Miraste- dijo bajito

-Eres hermoso, tendría que ser ciego para no mirar-

Estuvo unos momentos en silencio, temí haberlo ofendido

-¿Jimin?-

-¿Si?-

-¿Qué hacías en mi casa?- Me lo tenía que sacar del sistema lo más pronto posible, era una astilla en los sentimientos que comenzaban a crecer entre nosotros.

Un sonoro suspiro se escuchó detrás de la puerta -Perdón, no pienses mal de mí, realmente no pensé bien antes de actuar-

-Solo cuéntame lo que pasó- Intenté no sonar acusador, quería sinceridad, solo eso.

-Trabajo en la empresa de Kim Namjoon, de casualidad hace un tiempo me encargaron hacer tu tintorería, sin saber que era tuya claro. La primera vez que fui curioseé un poco, lo normal, sin revolver ni revisar nada. Lo juro. Estando en el departamento vi una foto donde estabas tu con otros dos chicos. Realmente no sabía si el departamento era tuyo o de alguno de los otros retratados. Luego de nuestro primer beso me sentía extraño, quería volver a verte y recorrer nuestros lugares de previos encuentros no daba resultados, hiciera lo que hiciera no me volvía a chocar contigo. Tae dijo que te llamara, pero me parecía raro, no nos conocíamos y yo pensaba que tenías novia, te podía causar algún problema, debí dejar el asunto en paz pero quería una oportunidad para hablar las cosas, de entenderte-

-No tengo novia Jimin, mi ex es un poco intensa pero eso ya está resuelto, dejamos las cosas claras luego del último incidente- Lo interrumpí, no quería que pensara que mi ex formaba parte de mi vida de ninguna manera, desde que Jin habló con sus padres que no había vuelto a aparecer...

-Ya... La cosa es que se me ocurrió que, si olvidaba algo en ese departamento, tal vez me volvería a cruzar contigo, tal vez me lo devolverías en persona y podría verte una vez más. Tae me estuvo llenando la cabeza este último tiempo con que nuestros encuentros formaban parte de un destino superior o algo así, decía que somos como dos imanes y un poco me lo creí, lo siento. Dejé mi campera favorita en tu casa y solo me gané pasar frío todo el día, dejé mi pañuelo y gané quedar como un psicópata frente al chico que me gusta. Fui un estúpido- Jimin estaba llorando, su voz salía quebrada por momentos, yo solo quería abrazarlo y darle consuelo

-No fuiste estúpido corazón, yo también quería verte- Y ahora necesitaba más que nunca atravesar esa puerta y consolarlo, limpiar sus lágrimas con caricias y dibujar una bonita sonrisa en su rostro.

-Pero invadí tu privacidad...-

-Bueno, tal vez no fue la mejor idea, pero tus intenciones no eran malas ¿No?- Podía elegir ofenderme o podía optar por creerle, seguro que llamarme por teléfono hubiera sido más simple, pero cuando nos gusta alguien ¿Tomamos las decisiones simples? ¿O nos enredamos con nuestros pensamientos hasta llegar al camino más complicado posible?

-No... Me gustas Jungkook, mucho. Y no sé qué hacer cuando alguien me gusta tanto, nunca nadie me gustó así y ahora piensas que soy un pervertido aparte de loco-

-No pienso que seas esas cosas Jimin, la otra noche no pensé cuando reaccioné, me dejé llevar por emociones negativas. También actué mal, te comparé con mi relación pasada y te juzgué con una regla que no merecías. Hoy me sorprendió verte así, pero no me importó, eres un deleite a la vista-

Nos mantuvimos en silencio un tiempo que pareció eterno, temí haberlo asustado con mis últimas palabras, que tan solo eran una realidad y un elogio al mismo tiempo.

-¿Jimin?- Susurré

-¿Si?-

-¿Me abres?-

-Sigo desnudo

-Sigue sin importarme

Imantado a ti - Kookmin -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora