Capítulo 12: Lo mejor viene de a tres

73 8 2
                                    


Pov: Jimin

-Novia Tae, tiene novia, destino las bolas- Le lloraba a mi amigo. Nos habíamos ido a dormir a mi casa, Tae tampoco traía buen semblante, la noche había sido un fiasco. Cuando despertamos la tarde siguiente comenzamos con nuestra catarsis, comiendo helado y maldiciendo la vida.

-Todos los hombres son iguales- dijo Tae cabizbajo

-Somos hombres Tete-

-No cuenta, somos la excepción a la regla- contestó con aires de grandeza

-Y a ti qué te pasó para que estés así?- Cuestioné, intentando sacar algo de información de mi hermético amigo, cuando se ponía en modo tupper era muy difícil hacerlo hablar.

-Solo siento empatía por ti Jiminie, no le des tantas vueltas al asunto- No me miraba a los ojos al hablar, claras señales de que estaba mintiendo

-Vamos a hacer de cuenta que te creo y en un ratito volveré a preguntarte, en algún momento bajarás la guardia para mi Tete- 

Seguimos así durante horas, no pude sonsacarle a Tae cuál era su problema, cuando se sentía mal solía cerrarse en efecto ostra de mar, receloso de sus sentimientos como si fueran una preciosa perla guardada con cuidado en su interior, el gran problema era que si no hablaba con nadie terminaba ahogandose en sus propias penas, agobiado por cargar con todo solito. Lloramos, dormimos y volvimos a llorar. Hacia la noche, cuando ya ibamos por nuestro tercer pote de helado, recibimos una visita inesperada.

-Hobi hyung!- Salté encima suyo en el umbral de la puerta, rodeándolo en un abrazo de koala

-Hyung- Tae lo saludó entre sollozos, todos los sentimientos que venía reteniendo en esas últimas horas estaban ahora asomando de sus ojos como cataratas saladas 

Hoseok era nuestro pilar, habíamos sido compañeros brevemente en la uni, pero él era unos años mayor por lo que se había graduado bastante antes. Con su flamante título en danzas obtuvo varias posibilidades de becas en el extranjero, no lo veíamos desde hacía varios meses y esta visita era una total sorpresa, una caricia cálida en nuestras almas dolidas, justo lo que necesitabamos luego de undirnos en nuestros lamentos durante tantas horas seguidas. 

Hobi tenía la capacidad de hacerme sentir feliz sin importar qué, era un rayito de sol en un día nublado. Con Tae era distinto, lograba que éste se sincerara y abriera su corazón, con solo una mirada. Tae solía ser muy reservado con sus sentimientos, solo te contaba las cosas cuando ya las había procesado él o si eras Hobi hyung, mortales abstenerse de intentarlo.

Primero me tocó a mi contar mi historia, Hoseok me reprochó no haberme quedado a escuchar al señor poste -Siempre hay dos versiones en una historia Mimi, la cosa pintaba feo lo sé, pero no te costaba nada escuchar un poquito más- A pesar de estar reprendiendome, su mirada era amable, Hobi lograba hacerte reflexionar sin que te sintieras peor de lo que ya estabas.

Hice un escandaloso puchero -Lo sé- dije bajito, la verdad es que me había arrepentido casi al instante irme tan rápido, pero me dolía mucho sentirme usado, probablemente era su novia de verdad, tal vez yo había causado un problema por besar así al elegante desconocido, tal vez solo era una chica cualquiera que se confundió de persona por los efectos del alcohol y las luces bajas del lugar (lo dudo mucho, sería muy optimista de mi parte pensar en eso), pero la realidad era que él y yo no eramos nada, quien debía sentirse mal en todo caso era la chica engañada, si me hubiera quedado en vez de huir habría podido ayudar, o explicar mi versión...

-Tal vez vuelvas a tener la oportunidad de escucharlo, no paras de cruzarte en su camino. Si eso sucede, no huyas Mimi- Hobi intentaba sonar comprensivo, pero tenía una mirada juzgona que te hacía temer.

Imantado a ti - Kookmin -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora