Capítulo 15 - Apoyo moral

70 9 0
                                    

Narrador omnisciente

Otra semana más había pasado en un abrir y cerrar de ojos. Jimin y Jungkook ya habían perdido las esperanzas de reencontrarse y en consecuencia habían dejado de recorrer con anhelo las calles donde habían tenido sus cruces, no había podido ser. Sentían que estancarse en una esperanza vacía solo los hundiría más en la tristeza que experimentaban.

Sin embargo Jimin había tomado la costumbre de llevar consigo el pañuelo negro, algunos días envuelto en su muñeca, otros alrededor de su cuello, a veces cubriendo su cabello. Lo había tomado como una especie de amuleto y no lo quería dejar ir, se había convencido de que no volvería a ver al dueño de dicho ítem, seguramente estaba planeando su boda con su hermosa y delicada novia mientras él se secaba las lágrimas con un pañuelo robado, pero muy en el fondo ardía de deseos de verlo al menos una vez más.

Jungkook por otro lado comenzó a usar el pañuelo rosa de seda como un adorno en el bolsillo de su saco, algo de la actitud le hacía sentir más cercano a su ladrón de pañuelos, habiendo "robado" un pañuelo él mismo. Ni se imaginaba en sus más salvajes sueños que el pequeño ítem perteneciera al rubio que robaba sus suspiros también. En esa última semana había experimentado una calma que no pensaba posible siquiera, su ex no lo había llamado ni contactado ni una sola vez, estaba empezando a confiar en Jin y su gran optimismo. El balance no era ni positivo ni negativo, pensaba que tendría que estar feliz por haberse librado de la persona que lo venía ahogando desde hacía ya más de tres meses, pero la imposibilidad de volver a ver al rubio despampanante y al menos explicarse, la falta que le hacían sus labios habiéndolos probado tan solo dos veces, quitaban todo sentimiento de felicidad que le podía brindar no recibir amenazas de Lilly. Se sentía neutro, casi vacío en algún punto.

Tae por su parte se había mantenido fiel a su palabra y no había vuelto a contactar a Yoongi, tenía su número bloqueado e intentaba no pensar en él. Claro que fracasaba inmensamente, cuando creía que nadie lo miraba, su cara tomaba una mueca angustiosa capaz de conmover hasta una estatua. Pero alguien siempre te mira...

-Ya Tete, llámalo- Jimin lo había enganchado con una mirada triste que le generaban a él ganas de llorar. Estaban en su monoambiente, en una de sus sesiones de estudio, pero ninguno de los dos podía avanzar mucho debido a sus pesados sentimientos.

-No Jims, sería traicionarte-

-Yo no lo veo así Tae, yo decidí no buscar deliberadamente a mi desconocido porque terminé pensando que, si verdaderamente el destino nos unía, las cosas se darían solas. Por lo que tal vez vuelva a encontrarme con él en un mes, un año o una vida. Tu estabas ya en plena etapa de mandarte nudes con el tuyo ¡Nudes!- puso una cara graciosa al pronunciar con énfasis la última palabra, haciendo que su amigo se descontracturara un poco con una carcajada sincera

-Bueno, algún día lo llamaré...

-Algún día las bolas. Hoy.- Jimin le alcanzó su teléfono con una mirada que daba un poquito de miedo. Su amigo enojado imponía respeto


En otro hogar deprimente se hallaba un trío de pelinegros intentando pasar una noche de hermanos. Jungkook y Jin habían invadido la casa de Yoongi, cansados de que este los ignorara, pero estar los tres en la misma habitación no cambiaba mucho las cosas, estaban viendo algún partido random en la tele, tomando unas cervezas y pretendiendo que nada raro sucedía, cuando Jin se cansó. Apagó la televisión, prendió las luces de la sala y preguntó -¿A ustedes qué les pasa ahora?- con aire acusador

-Nada- respondieron al unísono, con tono desganado.

-La cosa es así, o hablan voluntariamente o los hago hablar a base de extorsiones y torturas-

Imantado a ti - Kookmin -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora