CAPITULO NUEVE: DETERMINACIÓN PARTE DOS

20 11 0
                                    

Lo que dijo Mónica no tiene mucho sentido, o tal vez sólo me molesta que lo hubiese dicho en voz alta. Bueno, a decir verdad Nicolás sigue aquí en este crucero, pero me pidió que me alejara de su vida. Le estoy tratando de hacer caso y haciendo lo que se supone que vine a hacer en este crucero, pensar en George, recordar a mi esposo muerto. O eso trato de hacer, porque, para ser honesto, desde que mire por primera vez a Nicolás no he dejado de pensar en él. Quisiera un beso, un beso de sus suaves labios y besar sus pequeñas pecas que se extienden por sus mejillas y por su hombros, espalda y demás piel. Ni siquiera yo mismo sé que estaría haciendo en este momento pero es malo que lo piense. se supone que estoy haciendo lo que debo, lo que él quiere.

Me mantengo lejos, pero aún así quisiera tenerlo cerca, su carita es dulce, me anima con tan solo mirarlo y sus gafas empañadas a causa de sus nervios que lo hacen encogerse cómo si fuera alguien pequeño. Eso no es bueno,pero igual luce demasiado dulce a mi parecer. Cuando me siento solo en esta cama me suelo preguntar si es que lo merezco, no soy buena persona y estoy lejos de serlo como todos, hay errores y lastimamos a la gente incluso sin darnos cuenta y otras veces nos lastiman y lo aceptas cómo si fuera normal, parte de vivir.

Cuando lo miro se en sus ojos que no es feliz, que tiene mucho miedo y que está asustado todo el tiempo, se que probablemente su vida no es fácil, por eso optó por alejarme antes de que yo pudiera ser algún idiota que dejara cicatrices en su corazón, bueno, yo lo puedo entender, un idiota se acerca a ti y dice que es hermosa una de tus más grandes inseguridades, y se que no me cree, se que piensa que estoy mintiendo y no hay forma de que lo pueda convencer de lo contrario hasta que el mismo vea sus pecas como yo las veo, chispas chocolatadas en un glaseado blando y delicado, cuando miro sus ojos no puedo diferenciar cuál es el que lleva su secreto, y apuesto que sería más hermoso si dejase de ocultarlos, en algún punto me perdí en el, quise poseer algo tan puro como su corazón, me atrevo a acariciar su cuerpo, y aún si mis toques no llegaron a mas , siento que lo he mancillado, me siento absurdo y ridículo por sentir mariposas cada que lo miro, me siento como aquel chico que una vez entrego todo y se empeño que recibir nada estaba bien, porque tenía su compañía, porque recibí un anillo. Me doy cuenta que no, no recibí nada en realidad.. Aunque si lo pienso, aún me preguntó cómo es que sería verme a través de sus ojos.

-ahm no no no. Basta de tonterías - golpeó mis propias mejillas queriendo despertar del trance. Estoy solo así que lo único que quiero es olvidarme de todo y pasar tiempo de calidad conmigo mismo.

Voy a la cama y me siento. Pero algo en mi bolsillo cruje. No sé de qué se trate por lo que busco con la mano para encontrar media galleta con chispas de chocolate. Chispas pequeñas que me recuerdan a las pecas de Nicolás. Ahora se de donde salieron, cuando hablaba con Mónica había un plato enorme de galletas y era como ver el rostro de Nicolás por todos lados. Mis mejillas queman y creo que estoy divagando otra vez.

Es mejor no pensar en eso. Me como la galleta de un bocado y busco el control remoto del televisor. Pongo el primer canal que encuentro y resulta que están haciendo una rica receta de postre, así que me acomodo en la cama y noto que el especialidad del día es "galletas con chispas de chocolate". ¡Oh cielos! Antes de que aparezca el rostro de Nicolás en mi mente cambio de canal. Pero el resultado no es lo que esperaba, el siguiente es un estudio sobre la heterocromia, entonces pasa por mi mente Nicolás de nuevo y me preguntó cómo serán sus ojos reales.  Otro intento, el siguiente programa es un estudio de las abejas y todo parece bien, entonces hablan de alergias, las mismas que Nicolás tiene y son muchas. Hago el último intento y no puede ser más evidente cuando veo un festival de pelirrojos, por lo que me rindo y apago la televisión.

Tal vez deba prepararme un baño relajante, de aquellos baños largos que uno toma cuando siente que el mundo está ardiendo en llamas, que todos están locos y que uno necesita una bocanada de aire para continuar viendo a la cara a gente que usualmente resulta irritarnos, poner la música tan fuerte que no pueda escuchar ni mis propios pensamientos, tan fuerte que sienta que voy a quedarme sordo y no poder escuchar más cualquier mentira pronunciada de labios que parezcan ser dulces pero venenosos.

UNA PEQUEÑA HISTORIA DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora