Cap 18. Olivia.

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Las luces de colores de la discoteca lujosa  hacían que me maree.

Había demasiada gente, y Bill me obligó a usar unos lentes oscuros para que nadie me "reconozca" pero cuando apenas pisamos la discoteca habían paparazzis queriendo entrar.

Flashes por todos lados.

No me importaba un carajo que me saquen fotos. Con el tiempo te acostumbras.

La que no estaba acostumbrada era Emma, que se mantuvo a mi lado todo el tiempo, con su brazo enroyando el mío.

Fuimos directamente a la zona vip, que estaba más custodiada y solo gente de la primera clase, o sea, la gente que podía pagar este lujo, podía estar allí.

Aquella zona quedaba a un lado, y era un lugar más elevado, habían vallas de cristal que permitían seguridad para que no cayéramos.

Emma, Gustav y yo nos sentamos en un sofá grande que pude ver que era de color negro, aunque parecía más bien gris por todas las luces de colores.

En cambio Bill y Georg se sentaron en dos sillones individuales, en frente nuestro.

Teníamos una mesa de cristal en el medio, con una cubeta lleno de hielos, donde había una botella de un Vodka muy caro.

—Cómo hacen para sobrevivir a los paparazzis? —preguntó Emma gritando para que la pudiésemos oir, y un poco agitada debido a que habíamos caminado muy rápido hasta llegar a la zona vip.

—Con el tiempo te acostumbras. —respondió Bill en el mismo tono, sonriendo, mientras se encogía de hombros.

—Van a inventar rumores sobre ustedes dos, así que no te asustes si te hacen preguntas, Emma. —agregó Georg, mientras nos señalaba a mi y a Emma, riendo.

—Por qué lo dices? —preguntó Emma, mientras me miraba a mi con confusión, y luego volvía a mirar a Georg.

—Pues, llegaste con tu brazo enroyado al de Tom, y lo tomarán como que son pareja. —dijo esta vez Bill.

—Nosotros somos solo amigos. —dijo Emma, sonriendo—O no, Tom? —golpeó mi brazo con su codo, lo que hizo que les prestara atención.

Miré rápidamente a Emma, con confusión—Ah?

—En qué estás pensando? —preguntó Emma—No prestaste ni un poco de atención a lo que estábamos hablando nosotros? —dijo un poco molesta.

—No... de qué estaban hablando? —pregunté, a lo cual Emma rodeó los ojos.

—Ya no importa. —dijo Emma mientras se cruzaba de brazos, para luego recostarse sobre el respaldo del sofá.

Me encongí de hombros ante la molestia de Emma, y luego me incliné para tomar la botella de Vodka.

La abrí y comencé a tomar sin frenar. Rápidamente sentí el ardor del vodka recorrer mi garganta. Cerré los ojos con fuerza debido a eso, para aguantarme el ardor y seguir tomando, hasta que me quitaron la botella de manera brusca.

Hice una mueca debido al fuerte sabor, para luego sacudir mi cabeza y dejar de fruncir el ceño y los ojos.

—Tom! Estás loco? —Me dijo Emma con un tono muy preocupado, con la botella en la mano.

—Dame la botella, Emma. —dije intentando agarrar esta, pero ella desvió la botella para impedir que la agarre.

—No lo haré, tomaste suficiente. —me regañó mientras cerraba la botella y la dejaba sobre la mesa, aún molesta y preocupada—Estás bien? —me preguntó mientras me tomaba de las mejillas, para ver mi rostro neutral.

Al otro lado del jardín -Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora