Cap 6. No lo sé, Puedes?

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Cassie

Luego de la mentira, Roy comenzó a hablarnos de métodos anticonceptivos y yo les juro que no podía más.

Me aburrí demasiado en esa típica charla, pero al mismo tiempo la disfruté porque pude ver la cara de sufrimiento de Tom al hablar de protección y enfermedades sexuales, cosa que me hizo reír en muchas ocasiones. Obvio me reí en silencio para que Roy no sospechara que todo esto fuera una mentira.

Hablando de la mentira, tuve que hacerlo porque Roy literalmente me mataría si se enterara que lo hice con un extraño. Prefiero que nos mate a ambos antes que a mí sola, así que Tom: si caigo, te arrastro conmigo, piojoso.

—Y bueno chicos, solo les pido que se cuiden. —Roy nos miró a ambos—No quiero nietos, escucharon? —Roy miró especialmente a Tom con cara de que lo mataría si me pasara algo.

Yo solo me reí al ver la expresión de miedo de Tom.

—No te preocupes, Roy. No tendrás nietos ni nietas. —le dije mientras le daba unas palmaditas en el hombro, pero el seguía mirando a Tom.

—Eso espero... —dijo para luego sonreirnos—Me alegra que estés con un chico que yo conozco... —miró a Tom de arriba a abajo—Lástima que haya sido Tom...

Me reí bajo mientras miraba que Tom rodeaba los ojos—Hubieras preferido que ella esté con Bill, no? —dijo Tom. Lo expresó como si le molestara.

—Bueno... Bill no es tan... ya sabes... mujeriego y hormonal como tú. —informó Roy

Tom lo miró molesto a Roy y yo no sabía que decir.

—Qué lástima... —Tom tomó mi barbilla y giró suavemente mi cabeza hacia él, se acercó y juntó nuestros labios con un casto beso. No pude reaccionar. Mi piel se erizó, y al sentir tan cerca a Tom su perfume inundó mis fosas nasales. Su mano suave al tocar mi barbilla provocaba algo dentro de mí. Mi corazón latió con demasiada fuerza que parecería que saldría fuertemente de mi pecho. Nuestros pelvis y abdomen se tocaban, haciendo que el beso sea aún más especial. Quise ladear mi cabeza y agarrar su nuca para hacer este beso más profundo pero él se apartó y rodeó mi cuello con su brazo derecho, para luego mirar a Roy y dedicarle una sonrisa de ganador o de superioridad—Qué lástima porque ella me eligió a mí.

Roy quedó un poco paralizado por nuestro beso inesperado, pero nos dedicó una sonrisa gentil, para luego irse.

Observé como Roy se iba y giré a ver a Tom, quien alejó su brazo de mi cuello rápidamente.

—Qué fue eso...? —pregunté confundida, mientras él estaba como si nada hubiera pasado.

—El beso? —preguntó haciéndose el tonto.

—Sí, tarado.

—Bueno... Roy me provocó a hacerlo. —me sonrió de manera creída e inocente al mismo tiempo.

—Solo fue por eso que me besaste?

Tom me miró a los ojos unos segundos mientras tenía ambas manos en sus bolsillos, sin preocupación alguna. Por alguna razón pude ver brillo en sus ojos y sus pupilas se volvieron a dilatar.

—Bueno... soy muy vulnerable ante tu ser. —Informó ¿sarcásticamente? mientras reía.

Lo golpeé en el hombro—Dale, fue solo por Roy que me besaste?

Suspiró mientras sonreía y miraba el suelo. Volvió a levantar la mirada hacia mí, aún con esa. maldita. sonrisa.

Esa maldita sonrisa que me trae una sensación rarísima en el estómago. Esa sonrisa que expresa dulzura, serenidad, seguridad, amabilidad, y podría decirles... amor.

Al otro lado del jardín -Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora