Cap 5. Todo por esos malditos ojos

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Tom

Al decir mi última frase, ella asintió y siguió mirando el hermoso cielo lleno de estrellas. Le dije la verdad; que lo había pasado con muchas, aunque al tocar la piel de Cassie me hizo olvidar de todas las mujeres de este mundo de mierda. Pero obviamente eso no le iba a decir, ella dijo que no significó nada.

—Hace un poco de frío, ¿y si entramos? —su voz interrumpió mis pensamientos.

Me senté y la miré, estando ella aún acostada—. Si querés te doy mi campera —Dije mientras me bajaba el cierre de la campera que llevaba puesta y empezaba a deslizar aquella sobre mis hombros.

Ella me frenó—. No... me va a quedar gigante y además vas a tener frío vos... —me encogí de hombros y me acomodé la campera—. Y si entramos?

—No.

—Por favor! me estoy congelando acá afuera y me estoy aburriendo. —Suplicó mientras se sentaba a mi lado.

Rodee los ojos y cuando giré a mirarla, me miraba fijamente con esos... esos malditos ojos—. Bueno, vamos.

Ella me sonrió y me dejó un beso en la mejilla, para luego levantarse y dirigirse hacia dentro de la discoteca mientras se frotaba los brazos como intento de calentarse. Yo no me esperé para nada su beso en mi mejilla, me quedé allí y solté una sonrisa sin darme cuenta, me pegué internamente por sonreír por semejante estupidez.

[...]

Nos reencontramos con Anne —que estaba muy borracha— en el bar. Estaba un poco despeinada y decía que tenía náuseas, así que Cassie la llevó hasta el baño para arreglarla e intentar que Anne se refresque un poco, ya que estaba transpirada.

Me quedé en el bar y un barman estaba a punto de atenderme, hasta que: —Noah! deja que lo atiendo yo, debes estar exhausto. —dijo un segundo barman, que para mí sorpresa, era el que se había acercado mucho a Cassie antes—. Qué te sirvo? —me preguntó con una sonrisa que decía "soymuchomejorquevosjaja"

—Un Manhattan. —dije serio mientras lo miraba fijamente. Su sonrisa falsa seguía allí mientras preparaba el trago. Cuando lo terminó, lo deslizó hacia mí y decidí jugar un poco con él—. Y un Daiquiri para mí novia también. —la vi tomar este antes de que me la llevara hacia afuera, así que mejor le pido otro porque no sé que tragos le gusta a Cass.

Me miró y alzó una ceja, pero aún su sonrisa seguía intacta, se apoyó sobre la mesada y preguntó el muy curioso: —Novia? —rió levemente— Quién es la afortunada?

—La afortunada es la chica con la que intentaste ligar hace mucho. Recuerdas? —Dije provocativamente.

—Si ella es tu novia... entonces eres un completo cornudo.

—Disculpa? —Lo miré serio y ladee mi cabeza un poco al escuchar lo que salía de su boca.

—Que tu novia se veía feliz conmigo... —dijo mientras sonreía victoriosamente— podría decirte que estuvimos a punto de besarnos. —dijo para luego comenzar a hacer el trago.

Lo miré serio mientras lo hacía, empezaba a sentir mis venas hervir de la furia que me daba la sonrisa de "ganador" de este pobre barman.

Él deslizó el trago hacia mí, me sonrió falsamente y empezó a atender a otras personas en otro lado de la barra. Estaba a punto de beber mi trago hasta que me di cuenta que Anne y Cassie habían regresado.

—Creo que debemos volver, Tom. —dijo Cass mientras hacía que Anne se sentara sobre el suelo—. Ella está muy borracha.

Asentí mientras miraba a Anne que parecía una muerta viviente—. Me parece bien. —Tomé un último trago y me bajé del taburete, agarré a Anne de la cintura con mi brazo derecho y rodee mi cuello con el brazo izquierdo de Anne, estábamos a punto de salir de la discoteca hasta que el tonto barman nos detiene.

Al otro lado del jardín -Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora