Cap 12. La rubia de Tom.

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—Y cómo lo descubriste? —preguntó Anne, entrando a mi habitación mientras yo cerraba la puerta detrás mío.

—No sé...

—Cómo que no sabes, Cass? —me regañó.

—Es que... no encuentro las palabras.

Anne suspiró y se sentó en el fresco suelo, apoyando su espalda en la pared, haciendo palmaditas a su lado para que me siente también.

Eso hice, me senté a su lado y el silencio llenó mi habitación. Solo se escuchaban pequeños ruidos de las cortinas moverse y el viento que provenía de la ventana, la cual estaba abierta.

Mi cuarto era iluminado por la misma lámpara de siempre, ya que a Anne y a mí nos encantaba esa iluminación.

Nos hacía sentir en paz a ambas.

—Él está en cada canción de amor que escucho. —Confesé—Aunque lo intente, no puedo no pensar en él cada que escucho ese tipo de canciones—me mordí levemente el labio inferior—Descubrí que estoy enamorada porque cada vez que lo veo con alguien más mi pecho se comprime.

—Y por qué no le dices que estás enamorada?

—No creo que quiera estar con una chica la cual no conoce lo suficiente.

—Cass... no hace falta conocer a alguien al 100% para estar con él. —me indicó—Con el tiempo que estén juntos se conocerán.

—Y si él no siente lo mismo? —pregunté, mientras miraba la ventana, o mejor dicho la puerta de Tom.

—Nunca lo sabrás si no te arriesgas.

Nos quedamos en silencio, mientras yo seguía observando al otro lado y Anne me observaba a mí.

—Creo que tomaré el riesgo.

—Bien!-

—Pero aún no. —interrumpí

—Por qué? —Cambió de estar emocionada a confundida.

—Hace rato lo vi abrazando a una chica rubia... Pude ver un poco el rostro de ella, y anteriormente me había preguntado algo sobre Tom, lo cual no recuerdo.

—Cuál es el problema? Quizás es familiar de él o algo así.

—Que cuando te quedaste a dormir, la vi salir del cuarto de él... acomodándose la ropa.

—Y?

—Cómo que "y?" SE ESTABA ACOMODANDO LA ROPA! —giré a mirarla.

—No significa nada!

—O quizás significa todo!

—Tú dices que ellos... mmh? —hizo un gesto como si estuviese culeando a alguien.

La miré de arriba a abajo y luego reí levemente—. Ajá.

—No creo.

—Yo si lo creo. —volví a mirar la ventana—Tom es muy mujeriego, y cuando te digo muy es MUY. —recalqué.

—Cierto, en todo Internet hay videos de él con chicas.

—Exacto! —exclamé levemente, mientras Anne observaba mi cara con una ligera tristeza.

—Ve a buscarlo, Cass. —dijo Anne mientras posicionaba su mano en uno de mis muslos y lo acariciaba.

Giré a mirarla con sorpresa, pero me quedé en silencio, sin saber si arriesgarme o no.

—Te arrepentirás si no lo haces.

Anne tenía tanta razón.

—Y si no me acepta?

Al otro lado del jardín -Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora