Cap 19. No puedo dejarla en paz.

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Gustav 🧑🏼

Ya está en la puertaaaa

Yendooo
leído✔️✔️

Le presté ropa a Anne y se maquilló con mi maquillaje.

Estuve insistiendo en que no debíamos ir pero terminamos yendo solo porque me convenció de que le haría bien.

Cómo le va a hacer bien una salida a una discoteca llena de chetos y de gente arrogante? Ni idea.

Pero si se supone que le hace feliz está bien, supongo.

Ahora Anne se encontraba ligando con el seguridad de la puerta principal del hospital.

Por qué? Porque todos los de seguridad me conocen por Roy.

Y él les avisó a todos para que yo no intente escaparme.

Y eso era lo que estaba por hacer ahora. Escapar.

Yo estaba escondida detrás de un pilar. Esperando a que Anne me de la señal para que corriese directo a la salida sin que el de seguridad se dé cuenta.

Me asomé un poco y ella aún seguía haciéndose la coqueta. Jugaba con los rulos del jóven rubio.

Me aguanté la risa porque nunca la había visto así.

Parecía perra en celo.

El rubio estaba contra la pared, agarrando suavemente a Anne de la cintura, con una sonrisa ladina y algo inofensiva. Estaba disfrutando que Anne le esté coqueteando.

Anne estaba super cerca de él, con su vestido rojo apretado. O mejor dicho, mi vestido.

De repente escuché como cayó la cartera de Anne "accidentalmente", esa era mi señal.

Comencé a caminar a pasos rápidos y silenciosos, intentando que él no se diera cuenta.

Él estaba recogiendo la cartera de Anne, mientras ella me hacía señas para que me apure.

Era un pasillo ancho y largo, pero ellos estaban en un pasillo de la derecha.

Me quedaba poco para llegar a la salida, y vi de reojo como el seguridad estaba ya dándole su bolso a Anne, por lo cual corrí lo más rápido que pude y salí a la calle.

Me di la vuelta para ver a través de la puerta de cristal a Anne besando al de seguridad.

Mis ojos se abrieron como platos, y se me escapó una risilla.

De repente escuché una bocina proviniendo de una limusina negra, por lo cual me acerqué mientras la ventanilla del copiloto bajaba a su ritmo.

Pude ver en el asiento piloto al chófer de los chicos.

Era un chico blanquito con el pelo corto y negro, tenía facciones muy lindas.

Les diría que quedé flechada pero no, no se compara con Tom.

—Hola... podrías esperar un segundo? —pregunté amablemente.

Al otro lado del jardín -Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora