Estrategias de Guerra

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Si alguien le hubiera dicho que estaría comiendo una deliciosa tarta de frutas hecha en casa, acompañado del chico más hermoso que sus ojos hayan visto jamás durante su primer fin de semana en su nuevo apartamento, Hyunjin seguramente les habría e...

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Si alguien le hubiera dicho que estaría comiendo una deliciosa tarta de frutas hecha en casa, acompañado del chico más hermoso que sus ojos hayan visto jamás durante su primer fin de semana en su nuevo apartamento, Hyunjin seguramente les habría escupido su café caliente en la cara.

Después de la escena del balcón, Hyunjin pensó demasiado el mudarse al edificio #030825, pero después de ver el estado actual de su cuenta bancaria, decidió que aquel lugar era el sitio perfecto para empezar esta nueva etapa de su vida.

A pesar de la primera impresión que tuvo, en los pocos días que ya llevaba viviendo allí había sido sorprendido de forma positiva. A excepción del Sr. Park, el dueño del edificio, y la Sra. Han, quienes residían en el primer piso, el resto de los inquilinos eran familias o parejas jóvenes. Hyunjin había conocido a algunos mientras se mudaba y esperaba poder conocer al resto con el pasar de los días.

Otro punto a favor era que la renta era bastante accesible, algo que le sorprendió en demasía. El edificio se mantenía limpio y en buen estado. También se encontraba en una zona bastante céntrica, por lo que Hyunjin no entendía el precio tan bajo, pero tampoco se quejaría. Su cuenta bancaria estaba sumamente agradecida.

Hyunjin se sentía en una especie de sueño después de todos los días cargados de estrés que había vivido desde que había llegado a Seúl: un buen hogar, trabajo estable, vecinos agradables y como cereza del pastel, ahora se encontraba disfrutando de la compañía de Félix.

Su vecino era jodidamente atractivo, por falta de citar palabras más elegantes.

Félix tenía ojos castaños, grandes y brillantes, además de una sonrisa tierna y encantadora. Nariz perfilada y cubierta de adorables pecas, al igual que sus mejillas. Labios rellenos y apetecibles. Todo acompañado del tamaño perfecto para acurrucar entre sus brazos.

¿Lo mejor de todo? ¡Tenía un niño!

Hyunjin solía ser bastante tímido e introvertido, pero siempre le habían gustado mucho los niños. Le parecían tan tiernos y adorables, especialmente porque había sido hijo único y no tuvo con quien jugar la mayor parte del tiempo. Changbin le había hablado un poco sobre Félix y los otros residentes del edificio, por lo que sabía que era padre soltero y que lamentablemente la madre del pequeño había fallecido tres años atrás.

—Espera un momento. — dijo Hyunjin, sin poder creer lo que Félix le acababa de confesar. — ¿Me estás diciendo que tu hermano casi lanza a tu hijo por el balcón porque quemó una de sus camisas favoritas?

—Es que no era cualquier camisa. — explicó Félix, entre risas y con un Minho que comía galletas tranquilamente sentado en su regazo. — Se la regaló su novio, bueno, su exnovio y él la atesoraba mucho.

—Creo que Changbin lo mencionó. Son los que terminaron porque la secretaria se abalanzó a besarlo a pesar de haber sido rechazada y el entró a la oficina en ese preciso momento, ¿no?

Sucursal Infernal: Edificio 030825 (Hyunlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora