Un pequeño desvío

346 58 1
                                    

—¡¿Cómo diablos fue que tu cita con Hyunjin terminó en una visita a la cárcel por violencia pública?! ¡Y acompañados de Jeno y Jaemin, además! — Haechan no daba crédito a lo que oía mientras jugaba Kart Rider Rush en compañía de Minho, ambos acost...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡¿Cómo diablos fue que tu cita con Hyunjin terminó en una visita a la cárcel por violencia pública?! ¡Y acompañados de Jeno y Jaemin, además! — Haechan no daba crédito a lo que oía mientras jugaba Kart Rider Rush en compañía de Minho, ambos acostados en el sofá de su casa.

¡No tengo tanto tiempo como para explicarte, Haechanie! ¡¿Podrías venir y pagar la fianza para que podamos salir?! ¡Te devolveremos el dinero!

Al segundo siguiente la llamada fue cortada, por lo que Haechan suponía que el tiempo de su hermano menor había terminado.

Habituado a esa clase de incidencias desde que era un niño y lamentando que alguien tan tranquilo como el bombón ardiente de Félix haya terminado involucrado con una familia como la suya, Haechan se puso de pie y sin siquiera quitarse el pijama de ositos, tomó su abrigo y el de su sobrino antes de salir en dirección a la estación de policía local.

—¿A dónde vamos, tío? — preguntó Minho, mientras caminaban los metros que les separaban de la parada de taxis más cercana al edificio.

—Vamos a sacar a los criminales de nuestra familia de la cárcel. — Haechan explotó en risas cuando su sobrino solo asintió en respuesta. Minho era, sin duda alguna, un Lee. No había caos que lo tomara por sorpresa.

Mientras se acercaban a su destino, Haechan identificó a cierto personaje que detestaba con el alma y que caminaba en dirección a su edificio. Enceguecido por su enojo y olvidando el motivo por el que había salido, dio media vuelta y siguió a la mujer.

—¿Se puede saber que buscas aquí, mosca sinvergüenza? — preguntó Haechan, con veneno impreso en la voz apenas estuvo a poca distancia de la exsecretaria de Mark que husmeaba fuera del edificio. Yoo Jimin reconoció aquella voz al instante y conjurando su expresión más desdeñosa, se giró para fulminar con la mirada al ex novio del hombre en el que estaba interesada.

—Estoy segura de que eso no es asunto tuyo. — replicó, sin dejar de rebajar con la mirada a Haechan. — Terminaste con él, ¿lo recuerdas?

Haechan mordió su labio inferior, ya que nunca había sido bueno para contenerse. Y que la causante de su ruptura con su adorado novio le recordara su separación, no ayudaba a su escaso auto control.

—¡Y estas jodidamente equivocada si crees que eso significa que tienes el camino libre para ir por él! — sin que lo esperara, la mujer se lanzó como una fiera sobre Haechan, quien no dudó en corresponder el gesto de violencia. En cuestión de segundos, ambos estaban tirándose del cabello en la entrada del edificio #030825.

Los insultos iban y venían, acompañados de gritos de dolor y amenazas. Cansado de esperar y viendo que aquella mujer no tenía intenciones de soltar a su tío, Minho se puso de pie y, sacando el encendedor que había encontrado más temprano en la lavandería, se acercó por detrás de ella y le prendió fuego a su larga cabellera. No tardó mucho para que la mujer empezara a gritar enloquecida pidiendo ayuda, mientras que Haechan se deshacía en carcajadas y felicitaba a su sobrino.

Sucursal Infernal: Edificio 030825 (Hyunlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora