Sucursal Infernal: Edificio 030825 (Hyunlix)

Golpear ancianas

Félix no estaba seguro de haber escuchado bien, pero, lo que sea que le haya dicho Christopher a Jeongin en su más reciente videollamada, no sonaba como algo del todo posible. Es decir, ¿La señora Han y su apartamento en llamas gracias Minho y Hyunjin siendo herido en la cara?

Aquello solo podía ser una broma.

Pero, como Félix conocía de sobra a su hijo y sabía lo propenso que era su novio a verse atrapado en medio del caos desde que ambos se habían conocido, ahora caminaba a paso rápido junto a Jeongin en dirección de la estación de policía, en donde se suponía, tenían bajo custodia a todos los implicados.

Solo por si acaso, Félix había llamado a Mark. Mas le valía estar preparado en caso de necesitar un abogado. Cuando llegaron a la estación, los oficiales les dejaron pasar de inmediato, todo gracias a que reconocían al bonito novio del jefe y a su amigo cuya familia siempre estaba metida en problemas.

—Chris, cariño. — Jeongin fue el primero en hablar apenas estuvieron en la oficina de Bang. El australiano se encontraba observando a la pared con una expresión traumatizada que empezaba a preocupar a Jeongin. — ¿Qué ocurrió?

—¿Alguna vez imaginaste ver a la señora Han en ropa interior? — las expresiones en el rostro de su novio y amigo le hicieron saber que esas no eran imágenes que estarían en sus mentes durante un día común.

—¡Maldita sea, que asco! — exclamó Félix, restregándose los ojos para borrar la imagen que se había generado en su mente y que le provocaba arcadas.

—¿En serio me estás engañando con una anciana decrépita y cascarrabias, Bang? ¡Puedes conseguirte a alguien mejor! Si quieres te ayudo, maldita sea. ¿Qué clase de exnovio sería si me engañaras con semejante lastre? — el puchero contrariado del australiano le hizo saber a Jeongin que no estaba listo como para bromear al respecto.

Mientras caminaban hacia las celdas, Christopher les contó con lujo de detalles todo lo ocurrido horas atrás en el edificio, obteniendo la información después de haber tomado las declaraciones por insistencia de la señora Han que había puesto la denuncia.

—¿Me estás diciendo que esa anciana maldita le rompió la ceja a mi novio únicamente porque mi bebé estaba jugando con su nieto? — preguntó Félix, sintiendo un deseo profundo de barrer el piso con la anciana como nunca antes. Su papá siempre le había dicho que golpear abuelitas no estaba bien, pero estaba dispuesto a hacer oídos sordos a sus enseñanzas y arrancarle la dentadura postiza.

—¡Espero que Minho le haya quemado hasta los pelos del culo por desgraciada! — al escuchar aquella voz, Félix volteó al instante, encontrándose con la mirada indignada de Haechan que venía acompañado de Mark. Parecía que habían interrumpido su hora de almuerzo, porque el pobre engullía un sándwich lo más rápido que podía asintiendo a todo lo que decía su novio.

—No puedo asegurártelo, pero sé que por lo menos su apartamento y la ropa que llevaba puesta lo lamenta. — informó Bang con una sonrisa de hoyuelos, mientras guiaba al grupo hasta la sección de detenciones provisionales.