La debilidad de Lee Minho

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Con una sonrisa hipócrita, Haechan le dio un vistazo a su reloj

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Con una sonrisa hipócrita, Haechan le dio un vistazo a su reloj. Notó que ya había invertido una hora con ese trío de idiotas mientras hacía su mejor esfuerzo para emborracharlos. Félix había desaparecido con la mesera cuarenta minutos antes y Hyunjin seguía con el barman en la barra entre risas y tragos.

Haechan había logrado que el despreciable novio le comprara cuatro botellas del Jack Daniels más caro que pudo pedir en el bar, además de dos botellas de vodka Smirnoff con los que pretendía pedirle a Jeongin que les preparara cocteles.

A pesar de todo el dinero que le había hecho gastar, Haechan todavía sentía pena por la chica que tendría que casarse con semejante imbécil. El tipo no hacía más que despotricar sobre los mil y un defectos de su futura esposa, su sosa personalidad y sobre cómo su fortuna y buena posición social eran los únicos motivos por los cuales había accedido al matrimonio.

Haechan estaba decidido a vengarse en nombre de la chica, de ser posible, liberarla de las garras del imbécil que pretendía aprovecharse de ella. De forma disimulada, le pidió que le mostrara fotos de la chica desafortunada que tendría el privilegio de ser su esposa.

Patrañas.

—Aquí está, ¿verdad que no tiene nada de especial? — balbuceó el idiota, mostrándole la foto del perfil de KakaoTalk. —Minju es tan aburrida, debería pagarme por soportarla.

—No lo dudo... —rumió Haechan, alcanzando una botella de soju e incitando al novio a que bebiera para olvidarse de su horrible destino y arrebatándole el teléfono de las manos.

Veinte minutos y varias botellas de soju después, Haechan grababa con el celular del novio el momento en el que se unía a un beso de tres con su padrino y su caballero de honor mientras una horda de borrachos celebraba el espectáculo. A continuación, le envió el video a la prometida del idiota y le escribió un corto mensaje en el que la instaba a buscarse a alguien mejor.

La chica era bonita, tenía dinero y posición social, ¿Por qué diablos se conformaría con un imbécil que ni siquiera la respetaba ni apreciaba?

Devolvió el teléfono a la mesa central del espectáculo y tomando su botín de guerra, se dirigió a la barra para reunirse con su cuñado que reía a carcajadas mientras que el barman le decía quién sabe qué y le entregaba un nuevo coctel.

Haechan casi escupe la cerveza que bebía cuando notó cómo el barman colaba sus manos escurridizas por debajo de la camiseta de Hyunjin y empezaba a acariciar el abdomen de su cuñado que lucía más dormido que despierto y bebía de su trago totalmente inconsciente del asalto en su contra.

Haechan lanzó la botella de cerveza al piso y murmurando un cabreado "malditos niños bonitos e irresistibles" corrió en dirección a la barra en donde después de poner a salvo su botín, jaló al barman de las solapas para alejarlo de su cuñado que se desparramó sobre la barra sin dejar de reír.

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