Miko necesitaba vacaciones, y volver a sentirse Victoria por un rato. La vicky que no era famosa, la vicky que dormía tranquila, la vicky que caminaba y no existían las cámaras, la vicky que tanto extrañaba. Necesitaba volver al pasado, o cambiar el...
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Mentirle a Bianca después de sincerarse conmigo fue uno de los peores sentimientos y dolores en el pecho, se me removía el estómago de solo ver su carita de felicidad al estar conmigo, me sentía bien gracias a ella pero también me sentía mal. Tuve la oportunidad frente a mi, pude decirle todo y dejar las mentiras de lado. Ella quería a Victoria, no a Miko, pero ¿Y si la verdad cambia todo? No quería perderla. Fueron pocos días, pero nunca me sentí así con alguien, esos días con ella parecían años con otra persona.
Sinceramente no sé que voy a hacer, en algún momento voy a tener que volver a mi vida, a la vida real. Pero mirándola, divertirse con las olas, saltando en la arena, hacía replantearme que quería en mi futuro.
No veía un futuro sin ella, sino la imaginaba despertando conmigo la imaginaba apoyándome en mis shows, en el estudio junto a todo el equipo, llevándose bien con ellos. Algo que tenía en claro, era que no quería un futuro sin ella, pero eso estaba muy lejos de suceder si seguía mintiendo.
Bufé frustrada, llevando mis manos a mi cara. ¿Tan difícil era decir la verdad? Pensaba en ella y me ponía mal saber que ella se sinceró conmigo y yo no supe hablar, no supe expresarme libremente con ella por miedo a que deje de quererme y era tonto pensar en eso porque ella demostró quererme por como soy, quererme como Victoria, pero ¿Si no le gusta Miko?
No me dí cuenta de que estaba al lado mío hasta que sentí sus manos sobre las mías, sacándolas de mi cara. Ella me miró confundida. - ¿Estás bien?
Le sonreí sin mostrar mis dientes. - Está todo bien, estaba pensando en vos. - Vacilé un poco.
- ¿Ah sí? ¿Y que pensabas exactamente? - Sus mejillas estaban coloradas, no hacía calor, parecia que se largaria a llover en cualquier momento pero me importaba menos si me mojaba o enfermará.
- En lo hermosa que te veías junto a las olas. - Ví como sus mejillas se teñian de un rosa, se veía realmente tierna, de la misma manera se acercó a mi y selló sus labios sobre los míos, estaba encantada con esta jeva. Toda ella me gustaba. El aroma de limón y menta que desprendía su cuerpo era embriagador, adictivo al igual que sus labios.
Cuando se separó me sonrió amorosamente. - Tus labios son mi nueva droga. - Susurró con delicadeza, acariciando suavemente mi mejilla con sus dedos. Y sonreí enormemente por lo blandito que estaba mi corazón y la felicidad que causaba ella en mi. En respuesta, volví a besarla con intensidad está vez, recorriendo con mi lengua su boca, agarrándola suavemente del cuello. Ella pasaba sus manos por mi espalda, acercándose más a mi, caímos un poco quedando ella apoyada en la arena y yo encima, nos reímos entre el beso, disfrutando el momento.
