𝐂𝐔𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐃𝐄 𝐄𝐋𝐋𝐀 𝐌𝐄 𝐄𝐍𝐀𝐌𝐎𝐑𝐄
07/12/23
El siete de diciembre paso para ambas chicas como una tortura, las dos estaban sensibles, las dos tenían que pensar. Capaz todo fue muy rápido, capaz confundieron el momento.
Bianca pasó la mañana del siete de diciembre ordenando y acomodando su departamento, así también ordenaba su mente. Después del mediodía trabajó hasta la noche en el bar, no tenía el mejor ánimo, además de haber pensado mucho tampoco durmió lo suficiente. Estaba cansada, sus ojeras lo demostraban, no estaba sonriendo como cada vez que atendía en el bar y eso fue algo que Ana notó.
- Bianca. - Dijo su compañera de trabajo, buscando su atención, pues la morena estaba apunto de rebalsar un vaso de batido de frutilla para uno de sus clientes. - ¡Ey! - Le gritó un poquito sacado a la chica de aquel trance.
Bianca al darse cuenta de que volcó el líquido fuera del vaso comenzó a maldecir. - Mierda, mierda. - Se giró a la barra y le entregó el vaso ya limpio y bien preparado al cliente. - Obrigado, aproveite... - Contó el dinero que el hombre le entregó y lo guardo.
Se giró a ver a su compañera de turno de ese día. Avergonzada pidió disculpas.
Ana, una chica española con familia brasileña, se mudó junto a su mamá cuando terminó la relación con su padre, hace un año atrás, conoció a Bianca en la temporada pasada, no convivían mucho, solo pocos intercambios de palabras de vez en cuando. Ana sin dudas era hermosa, no pasaba los veinte años, Bianca se había fijado en ella y en sus hermosos ojos en un pasado, pero nunca intentó nada, no tenía idea sobre los intereses amorosos de la rubia, ahora ya ni siquiera la miraba. Tenía a alguien más en mente.
- No pasa nada, estabais en otro mundo ¿Pasó algo? - A Bianca se le hacía raro que le dirijiera la palabra, nunca llegaron a más de un 'hola' y 'chau'. Ahora Ana parecía interesada en ella.
- Mala noche. - Fue lo único que respondió, apretando los labios y agarrando la bandeja con un pedido ya listo para ir a entregar a una de las mesas.
- Puedes hablar conmigo si quieres. - Dijo después de que la chica volviera de dejar el pedido en la mesa de los clientes, la morena solo frunció un poco el ceño, algo confundida y le agradeció.
Ana sabía que algo le pasaba a la morena, cuando compartían turnos en el trabajo solía verla feliz, sonriendo y tarareando algunas canciones. Hoy estaba apagada, apenas había saludado cuando entro, y tenía el mejor ánimo para atender a los clientes y turistas. La rubia también sabía que Bianca no tenía a alguien con quién hablar, nunca vió alguna amistad, algún interés amoroso, y tampoco usaba mucho su celular, eso la llevaba a deducir que no era de socializar mucho, aunque siempre hablaba con los clientes de la barra. Ella era igual, desde que se mudó de España había dejado atrás a sus amistades, consiguió algunos amigos estando en Brasil, pero su mejor amiga era sin dudas la playa. Algo que sin saber, tenía en común con Bianca.
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~ 𝐉𝐔𝐒𝐓 𝐋𝐈𝐄𝐒 ~ 𝐘𝐎𝐔𝐍𝐆 𝐌𝐈𝐊𝐎
Lãng mạnMiko necesitaba vacaciones, y volver a sentirse Victoria por un rato. La vicky que no era famosa, la vicky que dormía tranquila, la vicky que caminaba y no existían las cámaras, la vicky que tanto extrañaba. Necesitaba volver al pasado, o cambiar el...