Miko necesitaba vacaciones, y volver a sentirse Victoria por un rato. La vicky que no era famosa, la vicky que dormía tranquila, la vicky que caminaba y no existían las cámaras, la vicky que tanto extrañaba. Necesitaba volver al pasado, o cambiar el...
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El viento azotó mi cara apenas puse un pie fuera del avión, los rayos de sol flechaban mi pálida cara y mis ojos pedían a gritos un poco de piedad ante la repentina luz que veía después de horas encerrada en el avión.
Solté un quejido cuando sentí como mis rodillas crujían al paso rápido en el que bajaba del avión.
La edad pesa.
Escuchaba el ruido de todos lados, el aeropuerto estaba lleno de gente por todos lados y temía que fuera un poco mi culpa. Capaz se había filtrado el día y la hora en la que llegaría a Brasil y los fans esperaban en la entrada por un poco de atención.
Hoy no tenía ganas. No me mal entiendan, me encantan mis fans y ser el centro de atención de ellos, pero después de horas en un avión y varios pensamientos alterados por mi repentino viaje, me parecía que no tenía las energías para recibir tanta gente hoy.
Y tras escuchar a Mari hablar, llegué a la conclusión de que ella se trataba de una espía mental o algo así. Siempre sabía lo que pensaba cuando me quedaba callada.
— Habrá fans en la entrada del aeropuerto. — Dijo mirando su celular. Llevaba una linda remera negra larga y lisa, unos pantalones grises y unos lentes para el sol. Buena idea. — Al parecer alguien filtro nuestro vuelo en una historia de Instagram. — Continuo hablando, mientras le dirigía una mala mirada a su hermano.
— ¡Mauro! — Me queje yo, como una niña cuando se encapricha con algo. — Quiero llegar al hotel rápido y dormir un poco.
Mientras entrabamos al interior del aeropuerto encapuchados para no ser reconocidos, continuamos hablando de nuestras pequeñas vacaciones antes del lanzamiento del álbum. Por qué si, Mari me quiere tanto — noten el sarcasmo — que decidió quedarnos unos días más como vacaciones antes de volver a europa y gestionar algunas fechas para un tour.
Buscamos nuestras maletas y seguimos a unos guardaespaldas hasta una salida de emergencia, dónde nos encontramos a pocos fans con las que pose y sonreí de manera rápida para partir de allí lo antes posible.
Mauro había alquilado un vehículo para manejarnos más fácilmente por el lugar, subimos en él y salimos rápidamente del aeropuerto.
— ¿Que hago? — Preguntó de la na'. — ¿Pongo el GPS o dejó que Vicky me guíe? Debe conocer bien está zona.
Lo mire mal mientras escuchaba la pequeña risa que soltó Mari por lo bajo.
— Eres un cabron.
— Gracias bebé. — Dijo haciendo un movimiento de mano, y terminando con una pequeña pose.
Rode los ojos y me encargue de mirar a mi alrededor a través de la ventana del vehículo. Me acuerdo de estas calles, con Bianca no andábamos por acá pero el día que llegue hice este mismo recorrido en taxi hasta la playa.
