Miko necesitaba vacaciones, y volver a sentirse Victoria por un rato. La vicky que no era famosa, la vicky que dormía tranquila, la vicky que caminaba y no existían las cámaras, la vicky que tanto extrañaba. Necesitaba volver al pasado, o cambiar el...
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14/12/23
Cinco días conviviendo con Vicky, las dos estábamos felices de este pasó, algo apresurado pero ambas sabemos que esto puede terminar en cualquier momento, cada una tiene su vida y ella podía volver en cualquier momento a su casa, y está bien, lo acepto pero eso no quiere decir que me guste la idea de tenerla lejos.
Ella se encontraba dormida, ayer hicimos maratón de películas de terror y Vicky no podía dormir después de eso, cagona. Yo me encontraba en el sillón, escurriendo algunas dedicatorias y alguna que otra boludez. Algo que no mencioné es eso, cuando tengo sentimientos encontrados me gusta sentarme y escribir inspirándome en ellos. No es algo que me apasiona pero me agrada hacerlo.
Hoy escribí basándome en Victoria, mi querida Vico. Cada vez estamos mejor y eso me agrada, la convivencia es algo que nos unió, incluso ya tengo el número de Mauro, parecemos amigos de toda la vida. Creí que después de las peleas con Vicky íbamos a decaer y lo que teníamos iba a terminar, pero eso no pasó, somos felices.
Ella me contó la verdad y de a poco me va enseñando su realidad.
Quien diría que es una tatuadora forrada en gita que podría mantenerme incluso sin estar presente en su negocio. No lo pienso dos veces.
Si a todo.
Cambiando un poco de tema, hablé por teléfono con Nano, fue algo conmovedor hablar con él y complicado a la vez. Conoció a Vicky y se llevaron bien pero él sigue guardandome rencor por irme hace dos años y no traermelo conmigo, si él supiera que yo también me odio por no poder hacerlo. Es muy pequeño para guardarme algún rencor, apenas tiene ocho años. Pero es cierto que todo lo que le pase es mi culpa, al menos en parte. Si tan solo mi abuela pudiera colaborar y hacer que viva conmigo sería todo más fácil, pero es algo que ella no haría, y eso que ni mi hermano ni yo tenemos la culpa de lo que pasó. A nosotros también nos afecta y somos lo que llevaron la peor parte de todo, ellos solo lo viven de afuera.
Es verdad que los hijos pagan las consecuencias de los actos de los padres.
Así funciona.
Vicky sin saberlo me está ayudando a superar, cuando no hablaba con alguien y no trabajaba me quedaba convivir con mi conciencia, lo cual me hacía peor de lo que ya me sentía.
El peor enemigo es uno mismo.
Escuché que mamá dijo eso una vez, me pareció ridículo en ese momento pero ahora lo entiendo. Cuando uno se castiga solo tiende a ser bruto, cada uno sabe cómo lastimarse y yo dejé que alguien más lo hiciera para después convertirme en una adicta. Yo dejé que eso sucediera, deje que me lastimaran porque pensé que era un castigo que me merecía, eso me hicieron sentir.
