𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟕: 𝐒𝐈𝐍𝐂𝐄𝐑𝐈𝐃𝐀𝐃 𝐘 𝐔𝐍 𝐁𝐄𝐒𝐎

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𝐒𝐈𝐍𝐂𝐄𝐑𝐈𝐃𝐀𝐃 𝐘 𝐔𝐍 𝐁𝐄𝐒𝐎

𝐒𝐈𝐍𝐂𝐄𝐑𝐈𝐃𝐀𝐃 𝐘 𝐔𝐍 𝐁𝐄𝐒𝐎

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Después de esa noche, Vicky y yo dormimos en mi casa, una noche muy silenciosa. Ninguna habló, ninguna preguntó por nada, todo fue silencio. Mis ojos estuvieron hinchados hasta esta mañana, rojos y chinitos, mis cachetes inflados y colorados, mis labios rotos por la cantidad de veces que me los mordía para evitar el ruido de mis sollozos.

Vicky estuvo abrazándome todo el tiempo, en aquella roca, en el camino a mi departamento, me ayudó a preparar el baño para una relajante ducha y me abrazó toda la noche, sin preguntas, sin cuestionar nada.

Me desperté hace unos minutos, ella estaba dormida en el sillón de mi habitación, su semblante sereno contagiando aquella paz que me transmitía siempre, sus llamativos labios en un ligero puchero, sus cejas rectas, los mechones sueltos cayendo en su cara. Verla así me enamoraba cada vez más, queriendo tenerla todos los días a mi lado.

Me levanté de la cama y fui con cuidado, sin hacer ruido, hasta la cocina, prepararía un desayuno para las dos como agradecimiento por lo que hizo ayer, que para mí, significo mucho. Mientras el café se calentaba mi mente comenzó a divagar. No sé mucho sobre la vida de Vicky, ella nunca me cuenta mucho, solo detalles, siempre hablamos de mi, no de ella. Quiero conocerla más, creo que me gusta, pero ni siquiera se algo de su familia. Tengo que preguntarle sobre ella y su vida.

Terminé de preparar la bandeja con el desayuno y me dirigí a la pieza, dónde Victoria ahora se movía en el sillón, deje la bandeja con cuidado sobre mi cama y me acerque a ella. Ahí pude ver sus cejas fruncidas, su nariz arrugada y murmuraba palabras que no entendía. Tenía una pesadilla.

— Vicky... — Susurré con suavidad mientras corría algunos mechones sueltos de su cara. Ella seguía moviéndose. — Vicky... — La sacudí un poco pero fue en vano, cada vez se inquietaba más poniéndome nerviosa. — ¡Vicky! — Grite como acto de desespero. Funcionó, Vicky se despertó.

Ella comenzó a mirar a todos lados desesperado, nerviosa y agitada. Busque sostener su cara con mis manos y que su mirada se conecte con la mía, consiguiendolo. Ella seguía respirando agitada, poco a poco fue calmando sé.

— Perdón por eso... — Le dije suave, distrayendome con sus ojitos hinchaditos. — No quise despertarte así. — Deje un beso lento en su mejilla.

Cuando me alejé de ella habló: — No, perdóname a mi, no tendrías que haberme visto así. — Dijo apenada.

— Creeme que me encantaría verte de todas las formas posibles y en ninguna de ella me disgustarias. — Dije yendo hacia la cama para buscar el desayuno que estaba ahí. — Mira, te prepare algo por tu ayuda ayer. —

Dije caminando hacia el sillón, junto a ella. Vicky se encontraba ya sentada y tallando sus ojos con sus manos, en busca de despertar, ni bien saco las manos de su cara pude ver sus mejillas sonrojadas, le sonreí tiernamente.

~ 𝐉𝐔𝐒𝐓 𝐋𝐈𝐄𝐒 ~ 𝐘𝐎𝐔𝐍𝐆 𝐌𝐈𝐊𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora