𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟓: 𝐓𝐄 𝐃𝐎𝐘.

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𝐓𝐄 𝐃𝐎𝐘

𝐓𝐄 𝐃𝐎𝐘

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02/12/23


Me desperté con un poco de dolor de cabeza, seguramente mis ojos estaban un poquito hinchados como cada mañana, me costó unos segundos darme cuenta que no estaba en el hotel, estaba en la casa de Bianca. La misma se encontraba en la misma posición en que se durmió, la diferencia es que su cara ahora estaba en el hueco entre mi hombro y mi cuello, mandándome a mi cuerpo escalofríos y pequeñas cosquillas cuando respiraba. La apreté más a mi cuerpo y sonreí inevitablemente.

Era un sueño estar así, siempre quise despertar y tener una linda chica en mis brazos, sin toqueteos, sin preguntas relacionadas a mi carrera, sin fotos, sin menciones, sin polémicas. Así, estar en paz. Ni siquiera mire la hora o me preocupe por eso, no tenía ningún compromiso, no como Victoria.

Minutos más tarde me agarraron ganas de ir al baño, no sabía dónde estaba y tampoco quería despertar a la morena que dormía prácticamente encima de mí, su carita tenía un gesto tranquilo, sereno contagiando aquellos sentimientos a mi cuerpo y corazoncito.

Me moví un poco tratando de dejarla cuidadosamente sobre la cama sin que se de cuenta. No funcionó. Apenas quise sentarme en la cama ella comenzó a quejarse y despertar con cuidado, susurrando cosas que no entendí. Sus cabellos desordenados, sus ojitos chinos, sus mejillas sonrojadas, causaban ternura en mí.

- Perdóname mami por despertarte. - Le dije con un tono de voz suave.

- Tranqui, no pasa nada. - Se sentó y puso sus manos en su cabeza. - Me duele la cabeza, lloré mucho eh. - Se rió.

- Si, tu sabe', si quere' hablarlo podemo' hacerlo ¿Si? - Le dije con toda la sinceridad, ella podía decirme cualquier cosa que yo no la iba a juzgar.

- Si. - Me miró con una sonrisa y se la devolví, la sonrisa de esa morena era bellísima. Comenzaba a enchularme y no era buena señal, dos días pasaron nada más, pero no puede importarme menos eso. - Che ¿Qué hora es?

Me fijé en mi celular, que estaba en el bolsillo de mi pantalón: - La una de la mañana mami.

- La puta madre. - Soltó asustada. Su acento y forma de insultar me vuelven loca. Se levantó y corrió al living, fui tras ella y la ví agarrando su celular, comenzó a marcar y se llevó el aparato a la oreja. - Me van a matar. - Susurró.

- Baby ¿Qué pasa? - Cuestione confundida.

- Shhh. - Me hizo una seña con la mano y al parecer alguien atendió el celular. - Hola, Sr. Carlos, disculpe que lo llame a esta hora... Sisi yo entiendo... No, sé que fue error mío.... Si....si.... Fue descuido mío de la hora, discúlpeme una vez más.

Cuando cortó la llamada suspiró y me miró. - Perdón por eso. Tenía que trabajar hoy. - Explicó.

- Oh, perdón, te saque tiempo. - Me disculpé, no sé por qué sentía que era culpa mía.

~ 𝐉𝐔𝐒𝐓 𝐋𝐈𝐄𝐒 ~ 𝐘𝐎𝐔𝐍𝐆 𝐌𝐈𝐊𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora