HEREDERO.

008

Las nubes en el cielo se disiparon lentamente ante los ojos azules de Legolas. Una emoción llegó a abatirle el corazón al mirar la cuidad iluminarse.

Pero entonces el grito de dolor que lanzó Éomer lo trajo de nuevo a la cruda realidad.

Lo miró abrazar el cuerpo de Éowyn que se encontraba tirado junto al rey Théoden.

Sintió el peso del dolor en sus hombros esa misma agonía vivía en su interior en ese momento también

Una alarma se disparó en Legolas al encontrar la mirada del mago pues Gandalf tenía el pesar en su corazón de haber visto a Eryn en la misma situación que Éowyn.

Pippin se acercó a paso lento buscando a Merry entre los demás, según sabía, su compañero estaba ahí también en el campo, en algún sitio.

—Gandalf —saludó el enano al mago que caminaba lentamente hacia ellos.

—En hora buena Maestre enano —.

Gimli asintió y dirigió su mirada hacia el elfo que se mantenía fuera de si mirando los cadáveres a su alrededor, los ojos azules de Legolas y su expresión destilaban miedo.

—¿Con cuántos habéis terminado esta vez? —quiso saber el enano pero Legolas no respondió.

Se retiró un poco con su postura temblorosa y luego agudizó su vista tratando de encontrar el temor más grande, pero de pronto Aragorn le tomó por los hombros.

Su pobre amigo elfo temblaba ligeramente, estaba asustado y con pánico.

—¿Que sucede? —preguntó el futuro rey.

Pero Legolas se mantuvo en silencio con el corazón en la mano y los pensamientos nublados sintiendo que en cualquier momento gritaría por la desesperación.

—Eryn —dijo el mago en su lugar— estuvo en la batalla.

Legolas cerró los ojos con dolor, esa confirmación fue como una flama quemándo su pecho lentamente tratando de llegar a su corazón.

Nunca se había sentido tan aterrado y lastimado como en ese momento, se sentía incapaz de voltear hacía el mago por temor a que le diese otra mala noticia.

—¿Quien es Eryn? —preguntó curioso Gimli— ¿Quien lleva el nombre del bosque al sur de las montañas azules?.

—¿Donde está? —preguntó Aragorn adelantándose a lo que seguramente temía preguntar Legolas.

Gandalf soltó un suspiro y miró a la ciudad. Legolas se acercó a él con temor y dolor, estaba por echarse a llorar debido a la desesperación por no saber si seguía con vida.

—Porfavor —rogó pidiendo que le dijera que ella estaba bien, eso era lo único que quería saber.

—Esta herida —dijo Pippin quien había estado con ella luego de verla tirada en el piso— pero está bien, la llevaron a las casas de curación de inmediato gracias a Faramir. Aunque si ha perdido la conciencia y mucha sangre...

—Pippin —lo reprendió el mago lanzándole una mirada asesina.

Pero la conversación se vió interrumpida cuando Éomer cruzó a lo lejos con Éowyn en sus brazos, entonces Aragorn apresuró sus pasos para alcanzarlo en la ciudad.

La mayoría de los soldados que aún se sentían en fuerza buscaban sobrevivientes en el campo y Pippin se quedó con ellos.

Gimli, Legolas y Gandalf no dudaron en seguir a los descendientes del linaje de Rohan.

Legolas estaba destrozado, sentía unas enormes ansias por soltarse a llorar pues imaginaba ver a Eryn herida y perdiendo la vida en ese preciso momento.