Un suspiró llamó al hombre a sobresaltarse y mirar a su paciente. Eryn abrió los ojos, ella había suspirado.
Faramir llevó su mano hasta la frente de la muchacha y acarició su cabello con ternura.
—Tranquila, todo está bien —susurró— ya todo terminó.
Eryn tardó un poco en despertar su mente y sentir, sentía el cuerpo adolorido pero era soportable para ella.
Se estiró y se sentó sobre las mantas que improvisaban una camilla, los dedos se afirmaron al piso y estiró los dedos de los pies.
Portaba un vestido y sin calzar, el cabello lo tenía suelto y arreglado, al lado de su cama pudo mirar el pañuelo de su abuela y el lazo de su cabello.
Cerró los ojos tragándose el dolor que sentía y no era la única, Faramir también había perdido a su único familiar.
—Lo lamento Eryn —susurró y ambos se miraron para compartir un abrazo en consuelo de ambos— yo también perdí a mi padre y aunque no me trató bien jamás, me duele su partida.
—Lo siento Faramir, pero en mi siempre tendrás una amiga y hermana cuando lo necesites —.
Después de unos minutos Faramir se marchó pues también debia ir a descansar.
Eryn tomó entre sus manos el pañuelo y el lazo, se puso en pie algo adolorida y también se calzó.
Estaba dispuesta a atender a los heridos pero el mago blanco la detuvo frente a la puerta de la habitación que le habían dado a Eryn por ser una dama.
—Lady Eryn, mis respetos mi joven dama. Tu valentía será por siempre enaltecida, tu y la dama Éowyn siempre serán mujeres admirables para mi —alagó al mirarla salir con sus heridas limpias en el rostro.
Eryn se inclinó reverenciado con respeto y agradecimiento al mago, quería marcharse a atender pero el mago flexionó el brazo para escoltarla, lado a lado ambos abandonaron las casas de curación en silencio.
El mago sabía que ella no querría hablar sobre el sangriento momento vivido y era cierto, Eryn no quería ni revivir los recuerdos de ver a tanta gente muriendo.
Al salir a la calle descubrió el velo del amanecer alzándose nuevamente, en el Pelennor encontró una leve luz de los cadáveres enemigos convirtiéndose en cenizas.
—Tu abuela —anunció el mago mientras caminaban en dirección al último nivel— Faramir se encargó de su sepelio.
—¿Cuánto estuve dormida? —cuestionó preocupada.
—Un día —informó Gandalf.
Pronto Eryn se sintió agitada y preocupada pensando en su bebé y el mago lo supo.
—Tu pequeño hijo aún sigue en el castillo, mi compañía lo ha protegido y cuidado como a un príncipe —.
Eryn bajo el rostro, sus ojos se clavaron en los del mago con esa pregunta reflejada en sus ojos.
—Si, él —respondió.
—✧—
Eryn entró en el salón, sus ojos estaban rojos y su nariz igual, había estado llorando, no podía borrar la imagen desastrosa de la sangre corriendo por todos lados.
Gandalf había tratado de explicarle, estar en una guerra conllevaba esos momentos que se grababan por siempre en la memoria, situaciones que nunca se olvidan, destinos que se fueron por ese camino.
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HEREDERO.
Fanfic✧*。.。*♡ -Mami, yo soy feliz contigo y la abuela -dijo el niño y Eryn sonrió- pero si quiero a papá también. Eryn..... -¿Como pudiste ocultarme a mi hijo?, No merece estar contigo, tu le mentiras Eryn. Entregamelo, estará bien con los de su san...