Royals II. A Tale of two princes.

Séptima Parte.

A Jimin le gustaba el silencio de vez en cuando.

Muy de vez en cuando.

De hecho, nunca. Solo cuando estaba ocupado en otras cosas, como pensando en planes para el reino o leyendo reportes de economía y mercadotecnia.

Pero este silencio... era incómodo. Y doloroso.

Después de la mala broma del tío de Yoongi, el silencio fue un poco menos pesado gracias a que la reina Chaen Li carraspeó e invitó a todos a pasar al comedor con una voz tensa. Los invitados a la cena de compromiso eran amigos y familiares: los Park, los Kim y Jeon, los Min, los amigos de Yoongi... Y Jin. No era una cena oficial como tal, solo era una cena ensayo para antes de la cena real, que sería en una semana, justo dos días antes de la boda.

En esa cena, habría un poco más de gente de la realeza y demás, pero ningún periodista porque aún no podían proteger a Yoongi de forma activa hasta que fuera parte de la familia real, y el día de la boda, bueno, todo podría desatarse y salir mil noticias de él pero teniendo la protección de la familia real sería mejor para ellos. Sobre todo para él.

La manada de Yoongi estaba de su lado, junto a su hermano, su familia, su mamá y su tío. Frente a ellos estaban Jimin, junto a Jungkook y Taehyung, Sel y los reyes del Sur y Jin, los reyes del Norte estaban en cada esquina de la mesa, callados y apenas comiendo, con pequeñas pláticas de cómo estaba el día, cómo les iba a los reyes con los preparativos de las fiestas decembrinas, que iniciaban también mañana para el norte.

La tensión entre las miradas de Jin y Namjoon opacaban todo lo demás. Incluso el intento de las mujeres mayores de hablar de la boda y qué seguiría a partir de ese día. Jimin intentaba concentrarse en su papel como Rose para poder estar en todos lados al mismo tiempo. Sabía que si Jin se acercaba mucho a él, lo descubriría, pero Jin estaba demasiado enfocado en no ver a Nam tan fijamente como lo llevaba haciendo los últimos veinte minutos.

Sel y Sooyeon miraban entre ambos de lado a lado, y luego a ellas mismas, justo como Jiwoo y Yong Sun. Yoongi y él compartían miradas de vez en cuando, como intentando averiguar qué debían hacer ahora pero ninguno tenía una idea.

— ¿Y han decidido dónde será la luna de miel, cariño? —preguntó su tía Sunmi, la mamá de Taehyung, para intentar poner un poco de plática más allá del "hace frío, ¿no creen?" que llevaban desde el segundo plato.

Y ya casi llegaban al postre. Entonces eran muchas pláticas a medias ya.

—No, aún no, tía —respondió después de carraspear un poco, sonriendo de lado a su tía pero viendo por el rabillo del ojo que Jin no escuchara el nerviosismo en su voz.

—Oh, ¿tienen algún plan?

—Bueno... no realmente. No sabemos cómo estarán los turnos de Yoongi y tendríamos que ver con sus vacaciones en el hospital.

—Ay, pero princesa, solo diga qué días quiere irse y obviamente Yoongi va a pedir sus vacaciones de inmediato —dijo el ministro Han con rapidez, haciendo a Yoongi, Jimin y Yong Sun mirarlo con algo de fastidio.

—Tengo que verificar fechas en mi hospital, tío. Diciembre y enero son unos meses difíciles en el hospital y-

—Y obviamente tu esposa vendrá primero, sobrino. ¿No es así?

La reina Sunmi enarcó una ceja hacia el ministro, entre confundida y aturdida.

—No entiendo qué tiene que ver su trabajo con mi sobrino, ministro Han —dijo con suavidad—. El trabajo de Yoongi-ssi es muy importante y Rose lo entiende, jamás se nos ocurriría que prefiera pasar tiempo con ella a salvar vidas. Qué clase de personas cree que somos.