Solo en dos momentos de su vida Yoongi había sentido un tipo de alivio mezclado con culpa, temor y enojo.
La primera, cuando se dió cuenta que para su papá no valía nada si no podía lograr meterse en la familia real y decidió alejarse de él. La segunda, cuando se enteró de la muerte de su papá.
Y ahora se añadía el momento en que Jimin se dió cuenta que era un Omega. Frente a los reyes, su mamá, tío y después de descubrir que había sido engañado por semanas al creer que estaba cortejando a la princesa Rose y en realidad era el príncipe Jimin.
El príncipe.
Su próxima Alteza Real, el príncipe Jimin.
Park Jimin.
Puta madre.
El silencio que se instaló en la sala estaba siendo demasiado pesado e incómodo, pero nadie sabía cómo empezar a hablar. Jimin volvió a la chimenea para respirar profundo y Yoongi lo pudo ver saltar un poco y mover su mano frente a su vestido. Alcanzó a ver su celular pero no estaba seguro.
Unos toques en la puerta rompieron el silencio tenso y una Omega joven entró casi corriendo a la sala, haciendo una reverencia frente a la reina.
—Lo siento, Alteza. Pero faltan quince minutos para que empiece la ceremonia y todos están listos. Solo faltan ustedes.
La reina miró al cielo y contó hasta diez antes de volver su atención a la Omega.
—Beth, por favor, empezaremos tarde. Tenemos asuntos que hablar de inmediato. Pasa a los invitados a la pre-recepción y que toquen unas cuantas canciones. Vamos en un momento.
La Omega asintió confundida pero se apresuró a irse de nuevo, cerrando las puertas de paso ante la petición silenciosa de la reina.
La reina respiró profundo y enderezó sus hombros.
—Park Jimin, estamos esperando una explicación. Y ustedes —se volteó hacia Yoongi, el ministro Han y Hye Woo—, nos deben una explicación larga y detallada también.
Hye Woo miraba a su hermano de reojo pero su atención estaba en su hijo. Se acercó a él y lo tomó de la mano con delicadeza, respirando profundo cuando Yoongi se aferró a ella.
El ministro Han seguía sin decir nada, solo mirando entre Jimin, los reyes y Yoongi, boqueando y completamente rojo del rostro.
—No... No es... ¡Nosotros también queremos explicaciones, Alteza! ¿Por qué el príncipe Jimin fingió ser la princesa Rose? ¡Se burlaron de nosotros!
El rey alzó las cejas y estuvo a punto de decir algo, pero Jimin se volteó y miró curioso al Alfa.
— ¿Por qué si Yoongi es Omega decidieron decir que era un Alfa para casarlo con Rose? No habría sido raro que él se casara conmigo desde un inicio.
El ministro volvió a quedarse callado pero Yoongi frunció el ceño, aunque tampoco dijo nada. La reina se frotó con suavidad la frente con dos dedos y respiró profundo.
—Yo tampoco entiendo por qué su mejor opción fue mentirnos, ministro Han, y en serio estoy intentando encontrarle lógica a este asunto.
—Yo también quiero encontrarle lógica al asunto que el príncipe Jimin nos engañó a todos por semanas, Alteza.
Jimin rodó los ojos. Yoongi no pudo evitar sentir un ramalazo de risa histérica por la audacia del Alfa pero al mismo tiempo admiración.
—Rose ya está destinada —fue Yoongi el que contestó por el Alfa, viéndolo con seriedad.
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Royals II. A Tale of two princes.
RomanceSEGUNDA PARTE DE ROYALS. La ventaja de tener un gemelo, es que podían ayudarse e intercambiar para favorecer al otro. Eso habían pactado los hermanos Park conforme fueron creciendo y conociendo el mundo de la realeza. Y eso fue justo lo que Park Ji...