Novena Parte.

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Jimin respiró profundo frente a la puerta que daba al jardín donde sería la ceremonia de su boda.

El vídeo de Rose había funcionado, incluso él mismo había llorado un poco al verlo porque fue demasiado real. Su hermana se había maquillado un poco para hacerse ver como si hubiera estado llorando un gran rato, tenía de fondo una pared simple y crema para evitar que buscaran su ubicación, y estaba vestida en una playera simple de manga larga y cuello alto, haciéndola ver más pálida y adorable. El cabello cobrizo estaba en un moño bajo y Jimin conocía tan bien a su hermana que sabía que ese color se lo había puesto hace menos de 45 minutos., porque se veía fresco y limpio.

Su mamá había ido a su cuarto quince minutos después que él llegó, y tuvo un ataque de pánico que logró controlar con trabajo, con Regina a su lado. La mujer se veía decepcionada pero también divertida, la reina no dijo nada solo le pidió a Regina que hiciera el trabajo lo más pronto posible y los dejó solos, sin poder ver en ningún momento a su hijo mayor a los ojos.

Jimin no la culpaba. Ya había anticipado esta reacción solo que le hubiera gustado que fuera diferente.

Regina no dijo gran cosa, solo sonrió con tristeza mientras acariciaba el velo de encaje que descansaba aún en sus hombros y suspiró.

—Fue un trabajo espectacular de maquillaje, peinado y vestuario —se lamentó. Siguió acariciando el velo unos momentos más y se espabiló, cuadrándose de hombros y asintiendo para ella misma—. Pero en fin, será mejor quitarle todo, Alteza, hay que lavarle el rostro y dejarlo presentable para que no quede duda que está en shock pero esperanzado de su posible boda, así que andando.

Durante los siguientes 45 minutos, Regina y él trabajaron en conjunto para quitarle todo encima que lo volvía Rose para volver a Jimin, a él mismo. Lo más fácil fueron el maquillaje y la ropa, pero el pelo les llevó casi media hora en quitarle todas las extensiones y que volviera a ser corto. Regina le dijo que solo se diera un baño rápido para que los supresores físicos dejaran de hacer efecto y sus feromonas Alfa estuvieran un poco más libres.

Cuando estaba secándose, escuchó a Regina hablar con alguien en el dormitorio y se paniqueó un poco, pensando que era Yoongi, pero cuando salió y vió a su primo y Regina viendo algo en una esquina, se relajó un poco.

—TaeTae —dijo en voz alta.

El Omega se acercó a abrazarlo con rapidez y ambos respiraron más calmados.

— ¿Qué tan malo fue? —preguntó el rey cuando se separaron.

Jimin se encogió de hombros.

—Probablemente esté castigado hasta que tenga 60 años pero creo que fue mejor de lo que esperaba... —frunció los labios con incomodidad—. Tal vez tenga que ver con el hecho que los Min nos engañaron también un poco.

Taehyung lo miró confundido, al igual que Regina pero ella siguió acomodando algo en la esquina. Jimin asintió varias veces sin darse cuenta.

—Yoongi es Omega.

El rey parpadeó lentamente sin verse afectado.

— ¿En serio? ¿El hombre que huele a lirios y mandarina, que está en una manada de puros Omegas donde un Omega es el líder, siendo él "Alfa", resultó ser Omega? Wao, nadie se lo esperaba —dijo con ironía.

Jimin quería golpear a su primo.

—A veces, Taehyungie, te quiero aventar desde la ventana más alta del palacio sin darte una advertencia.

El Omega sonrió divertido.

—Me amas, tarado. Pero ya hablando en serio-

— ¿Crees que no lo hablo en serio? —susurró el Alfa.

Royals II. A Tale of two princes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora