capítulo 23

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Estuve toda la tarde en el sillón y la cama. Harry no quería que hiciera tantos movimientos, en verdad necesitaba que esta herida sanara de una vez por todas.
Pasó la noche y junto a Harry dormí como de costumbre.

Ya a menos de dos semanas de mi cumpleaños, a decir verdad no me emocionaba en nada, no tenía ganas de festejar, éste año ha sido algo duro y las personas apegadas a mi ya no están.

Por supuesto que Harry no me dejo ir a la escuela al día siguiente. El insistió en que debía quedarme, pero eso no significaba que el también debía quedarse. Lo obligué a cambiarse e ir. Louis quedó en casa conmigo, nada nuevo, todo estaba muy tranquilo este día.

-¿Tienes algún dolor? Habló Harry desde el instituto por su móvil.

-¿Puedes concentrarte en las clases y dejarme? Estoy bien, ahora ve y estudia.

-Rose, sabes lo mucho que me importa tu bienestar.

-Como sea, ve y presta atención, carajo.

-Te quiero, vale?

-Sí, yo igual.

Y ahí corté la llamada.

-Ay, el amor es algo tan lindo ¿verdad? Escuché la voz de Louis acercarse.

-Te fascina escuchar conversaciones agenas. Me quejé divertida.

-Es algo inevitable, cariño. Me guiñó el ojo y siguió hasta la cocina.

7:00 pm y Harry no llegaba a casa. Obviamente me había mensajesdo para avisarme que llegaría tarde, pero ya comenzaba a preocuparme.

-Quita esa cara, ya llegará.
Habló Louis despreocupado sentado en el sillón junto a mi, prestando atención a la tv.

Sentí un portazo que me asustó.

-Buenas noches. Escuché la voz de Harry.

-Tu mujer estaba preocupada por ti, galán. Habló Louis adelantándose a mi.

-No es cierto. Me defendí.

Vi reír a Harry, otra vez Louis me había hecho pasar vergüenza frente a el, aunque ya era costumbre de la casa.

Pasaron los días muy rápido, mi herida estaba muchísimo mejor, ya podía caminar sin cogear como antes.

Viernes. Me desperté al sentir que me movían el brazo.

-Rose, despierta linda.
-Vamos, abre los ojos dormilona.

A penas pude distinguir un poco las voces de amobos. Estaba muy adormilada.

-No me jodan. Dije acomodandome entre las sábanas.

-Bah, eso es caso perdido, avisame cuando se levante, Harold.

En eso escuche como cerraban la puerta de la habitación, supose que sería Louis.

Sentí algo suave, eran los labios de Harry dejando un camino invisible de pequeños besos por toda la cara.

-Hoy es tu día, Rose.

Abrí los ojos con una sonrisa, esa manera de despertar me quitaba los malos humores.

-¿Por qué no puedes dejarme dormir? Dije bostezando.

-Porque hoy, justo hoy. Una chica especial cumple sus diecinueve años. Dijo sentándose junto a mi en la cama.

-Harry, no es para tanto.

-Claro que sí lo es. No pienso discutir, así que párate, báñate y ponte algo lindo, hoy saldremos.

-¿Y el colegio? ¿Qué hora es?

-Son las 11:45, estás loca si piensas ir, y más a ésta hora.

Sí, así es. Hoy era mi cumpleaños. No me levantaron temprano, incluso Harry desactivó la alarma del teléfono. No sé que haría hoy, sólo esperaba que Harry no se le ocurriera alguna idea loca.

5:45 pm, Harry me pidió que me vistiera. No quería, pero el seguía insistiendo, siempre con sus arrebatos locos emocionados, aunque era muy lindo.

Me vestí con:*ver multimedia*

Salí de la habitación y me dirigí a la cocina, habían comprado mis panecillos favoritos por mi cumpleaños.
Estaba tranquilamente comiéndome uno en cuanto entró Harry a la cocina, el ya se encontraba listo.

-Dios mío, cuanto estilo, con razón tu apellido. Dije sonriéndole.

-Tonterías, no te has visto a ti? Estás hermosa, más de lo normal.

Tomé mi teléfono y salimos de casa, no tenía ni la mínima idea de dónde iríamos.

Ya íbamos en el auto, todavía sin saber a donde me llevaría.

-Vamos, dime, Harry.
-No, es algo "sorpresa". Enfatizó las comillas con sus dedos.

Ya treinta minutos y todavía no llegábamos a la "sorpresa".

-Listo.
-¿Ah? ¿Es una pizzería? Dije asombrada por ver la magnitud del lugar. Por fuera se veía bellísimo, no podía imaginarme por dentro.

Bajamos del auto y sentí como Harry tomó de mi mano. Era algo un poco extraño, nunca lo habíamos hecho, pero me sentía diferente. Como cuando lo besé por segunda vez.

El lugar tenía una decoración hermosa, todo se veía tan nítido, delicado.

-¿Te gusta? Me preguntó.

-Me encanta, pero te dije que no quería que gastarás nada en mi.

-Cierra la boca, para mi es un honor hacerlo por ti.

Entramos de la mano y un mesero nos guió hasta una mesa para dos personas. Nos trajeron la carta y unos panecillos como entrada.

-¿Qué quieres pedir?
-Bueno, hace mucho no pruebo una buena rebanada de pizza. Dije con un poco de vergüenza, en verdad quería pizza, pero estábamos en un lugar muy lujoso como para comer una simple pizza

-Concuerdo perfectamente contigo, Rose.

Un joven alto, esbelto y de ojos claros nos tomó la orden, una pizza TalguiletiLondon. Así decía en el pequeño menú de pizzas. Éste lugar era caracterizado por tener nombres muy originales a sus platos de comida y pizzas.

Entre risas y plática nos terminamos la pizza. Harry pagó la cuenta y nos retiramos del lugar.

No quiso decirme la cantidad de dinero que pagó, pero es que a mi no me gustaba que la gente gastara tanto dinero en mi, y obviamente ese lugar no era nada barato.

El auto iba en marcha, la ruta era la clásica, pero luego de un rato vi como Harry se pasaba la entrada hacia los residenciales, justo donde estaba la de Louis.

-Te diste cuenta que te pasaste la entrada, verdad?
-Sí ¿por? Dijo sonriente.
-Harry, qué diablos tienes pensado hacer ahora? Dije algo divertida, pero a la vez nerviosa.

-Confía en mi. Acarició mi mano, pero nunca quitó la mirada de la carretera.

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hakjkajsskajs *c mata*

Gracias por seguir leyendo, las(os) quiero muchísimo. Recuerda dejarme el voto. Hay muchos lectores fantasmas :c
comenten que creen que podría pasar en el siguiente capítulo. ❤

My Little Problem  » Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora