The Love, My Problem. - Capítulo 5

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Como Ryan estaba implicado en el asunto del secuestro de Rose, no podía estar saliendo con frecuencia de aquel lugar y mucho menos hablar por teléfono, pero aún así conseguíamos la comunicación necesaria.
Ya el "armamento" estaba listo, pero Louis aún seguía verificando los planos y toda su estrategia.
Nuestro ataque planeado ocurriría en dos días. Ya había pasado una semana exacta desde que se la habían llevado.
Ahora me encontraba tirado en el sillón, perdido en mis propios pensamientos, pero el timbre se mi teléfono celular me sacó de ellos.

Era un número desconocido.

—¿Diga? Contesté tranquilo

—¿¡Dónde está mi hija!? Una voz aguda y quebrada se escuchó en la otra línea.

—¿Disculpe?

—Habla la madre de Rose, Harry, dónde está mí hija. ¡Exijo saber! Habló con mucho desespero.

—Señora Lewis ¿Dónde se encuentra en éste preciso momento? Pregunte ya un poco tenso por sus gritos.

—Eso a ti no te incumbe. Dijo con mucha indiferencia.

—Necesito saber dónde está si quiere saber de Rose. Dije firme, no estaba para juegos.

—En mi casa, aquí en Londres.

—Espéreme ahí, estaré en treinta minutos.

Luego de lo último cerré la llamada y me levanté rápidamente del sillón.

—¡Louis! Nos tenemos que irnos. Grité para que me escuchara.
—¿Qué sucede? Dijo saliendo del baño.
—La madre de Rose está en Londres y la quiere ver... Dije pálido, no sabía como le diríamos a esa señora que  su hija estaba secuestrada...

—¡¿QUÉ ELLA?! ¿¡QUÉ?!

—Joder, me acaba de llamar, no sé como consiguió mi núme...

—Mierda Harry ¡El instituto!

—Me cago en todo, ellos debieron haberla llamado por tantas faltas... Vámonos ya, no quiero tener que hablar con ella otra vez...

—Tendrás que hacerlo y en persona. Dijo Louis muy serio.

Salimos rápidamente hacia el auto, Louis encendió el motor y los puso en marcha al instante.

Pasaron alrededor de treinta y cinco minutos, quizás menos. El conducía con rapidez.
Llegamos a la antigua casa de Rose, hace ya varios meses que no había sido habitada. Maldita sea, justo en estos momentos tenía que llegar Jane, la madre de Rose.

—No será fácil. ¿preparado? Dijo Louis mirándome al detener el motor del auto.

—No estoy preparado, pero podré con ella. Dije algo nervioso.

Bajamos del auto y toqué el timbre. Instantáneamente la puerta se abrió y apareció Jane. Su rostro se veía diferente, como si se hubiera estado haciendo demasiados tratamientos.

No dijo ni una sola palabra y me dejó pasar junto a Louis.

—Muy bien, estoy intentando no golpearlos y llamar a la policía en éste preciso momento.  Quiero saber inmediatamente el paradero de mí hija y el por qué no está aquí y no está asistiendo al colegio. He viajado desde Nueva York para saber qué mierdas ha estado haciendo esa niña.

—Primero que todo, lo que le voy a decir debe tomarlo con calma. El es Louis Tomlinson.

—Un gusto, supongo. Dijo Louis con seriedad.

—Bien, Rose ha estado viviendo junto a mi y Louis en su casa. Dije señalando a Lou.—Ella ha estado pasando por momentos muy difíciles y sin su apoyo todo es peor.

—Mira, no vine desde tan lejos para que me digas su estados sentimentales, no me interesa, sólo quiero saber dónde está y que esté aquí donde se suponía que debería estar. Yo nunca le autorice quedarse en tú casa o  la de quien sea, yo...

—Mire, seré breve, no estoy para discutir h menos con una persona como usted. Me paré firme y acomodé camiseta.—Usted no tiene derecho a poner reglas cuando ni siquiera tiene la mínima idea de lo que sucede con su hija. Perdone que se lo diga así, pero no me interesa su opinión y sus reglas. Ella ahora no está disponible, tampoco ha ido al colegio, pero eso ya no le incumbe.

—Mira tu no me hablas así. Dijo desesperante, muy molesta por su ceño.

—Primero que todo, respeto. Yo a usted no la trato de tu.

—Maldito niño, me has robado a mí hija.

—¿Su hija? Si tan suya fuera, no la hubiera abandonado, dado tanto sufrimiento, ella no tiene la puta culpa de sus malditos problemas y ahora la está pasando mal. Habló Louis adelantándose a mi.

—Llamaré a la policía.

—No creo que sea su mejor decisión. Dije yo muy firme. —Podemos meterla presa si nos da la gana, ha incumplido con el reglamento de la familia y dado maltrato psicológico a Rose.

—Ella puede valerse por si sola .. Yo

—Usted nada, deje de hacerse la víctima. Suficiente ya lo hizo diecinueve años, porque acaso ¿recordó su cumpleaños?

—He estado ocupada... Dijo con voz apagada ¿Acaso estaba reaccionando?

—Claro que no se acordó, que clase de "madre" o lo que sea que usted sea. No cambiará nada, ya la ha venido cagando por muchos años.

—¿Saben algo? Me cansé, váyanse al infierno, ella nunca me importó y ahora no lo hará. Le di mucho de mi tiempo a un desperdicio de vida humana. Que haga lo que le de la reverenda gana, pero que no me vuelva a buscar. Ahora salgan de mi casa antes que llame a la puta policía, y cuando la vean le dices que ni se moleste en llamar.

—Ojalá reacciones, Jane. Ojalá y te des cuenta de lo desagradable que eres como ser humano. Dijo Louis cruzando el marco de la puerta de entrada.

Estaba furioso, esa hija de puta había hecho sufrir por años a Rose. Repetidas veces la había golpeado, sin contar todo el abuso psicológico. Ella me había contado un poco de como era ésta mujer, pero no creía que fuera tan mala la situación, pero con esto, vaya, con esto ya temía suficientes ganas de asesinarla, de golpearla y hacerla pagar por todos esos años.

—Al menos ya no será una piedra en nuestros zapatos. Habló Louis sin quitar la mirada de la carretera.

—Ojala se pudra en en infierno.

My Little Problem  » Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora