La puerta se abrió; había poca iluminación generada por múltiples pantallas encendidas. ¿De qué se trata? Al observar con atención, me di cuenta de que estas pantallas mostraban todo lo observado por las cámaras de seguridad que rodeaban la casa. Tras mirar aún más de cerca, mi corazón se aceleró, mis ojos se dilataron, y mi respiración flaqueó. ¿Qué es eso en las paredes? Debido a la poca iluminación, no lo noté rápidamente. Por la parte derecha, se encontraba una pequeña montaña de múltiples paquetes sospechosos, y al otro lado, la pared se encontraba llena de diferentes tipos de armas cortopunzantes y de fuego.
Por mi mente pasaron en un instante múltiples de las cosas que mencionó Johan con anterioridad. Estos pensamientos y preocupación invadieron mi mente mientras solo veía cómo Johan se sentaba en la silla frente a las cámaras. A esto se refería con que no habría vuelta atrás. No había forma de salir vivo de aquí con lo que ahora sabía. Me había acorralado; no tendría más opción ahora que aceptar lo que se avecinaba o simplemente morir por saber cosas que hasta hace algunos minutos ignoraba de un completo extraño que me ayudó horas atrás.
- ¿Esto responde a tu pregunta? Ahora entiendes por qué alguien como yo vive en un lugar así, ¿no es verdad? - Tragué saliva con dificultad tratando de ocultar el temor que sentía.
- ¿Por qué... Crees que un simple niño endeble como yo podría serte de utilidad? - Mi voz fallaba, y Johan lo notó.
-No tienes por qué temer, a menos que decidas trabajar para mí, no tengo motivos para lastimarte. Además, ya pasaste la primera prueba- mientras trataba de asimilar la situación.
-¿Primera prueba?- pregunté, y Johan se reposó en la silla mientras solo me miraba fijamente parado en la puerta.
-Devolviste un favor, ayudaste a quien te salvó la vida a pesar de ser un completo desconocido. No te dije que esta era mi casa y traté de hacerte dudar de lo que hacíamos en todo momento, y aun así no recriminaste mucho que digamos. Cuando subí las escaleras, preferiste quedarte atento a la llegada de alguien, observando por la ventana en lugar de huir. A pesar de tener miedo, siempre tratabas de estar precavido. Aunque evidentemente yo lo notara, tuviste algunos pequeños momentos para escapar y no lo hiciste. ¿Por qué? Porque eras consciente de que me debías un favor, de cierto modo mostraste algo de firmeza a pesar de dudar si lo que hacías estaba bien. Considero eso como una patética pero interesante prueba de lealtad. ¿Necesitas más razones? Puedo continuar si quieres. - Ante lo que dijo, me quedé sin palabras. Era como si lo hubiese planeado todo desde un principio para acorralarme en este punto. Algo me hacía pensar que había otras razones por las que me obligaba a ayudarlo, ya que evidentemente era mi única opción, aparte de una posible muerte ya fuera por sus manos o no.
-Eso aún no responde mi pregunta. ¿Cómo podría serte útil? Ni siquiera tengo la fuerza para defenderme de alguien de mi edad. ¿Qué te hace pensar que un trabajo como este me vendría bien?- Johan encendió un cigarro y se tomó su tiempo para responder.
-Porque tienes algo que personas de tu edad no tienen: desesperación. Has estado al borde del colapso o incluso de una posible muerte a manos de la injusticia. No hay nada más peligroso que un hombre desesperado por sobrevivir y no volver a caer en la fosa de angustia de la que ha visto la oportunidad de salir. Es por eso que estoy seguro de que me serás útil y de que aceptarás lo que te estoy ofreciendo. Por qué, a pesar de ser un trabajo lleno de peligros, sigue teniendo más esperanzas de vida para ti que lo que haces normalmente en los callejones. ¿No lo crees?- De cierto modo, era verdad. Decidí aceptar solo porque no quiero volver a lo que era hace solo un par de horas, porque en este tablero no era nada y al aceptar esto, me convertiría en un peón que solo seguiría órdenes, pero a pesar de ser patético, era evidentemente mejor que no ser nada para nadie.
-¿Qué se supone que haré en este "trabajo" y de qué se trata específicamente?- Necesitaba saber más para prepararme mentalmente para lo que pudiera deparar el futuro. Johan simplemente sonrió como si hubiera triunfado en algo que yo aún no comprendía.
-Veras niño, soy el líder de una organización criminal de este sector. En los últimos meses, una clase de grupo rival ha estado entrometiéndose en asuntos importantes para el desarrollo de mis finanzas. - Esto no aclaraba aún nada; seguía sin entender cuál sería mi papel en todo esto.
-¿Y en qué se supone que ayudaría yo?- Johan se levantó de su silla y se acercó a mí.
-Eso es algo que te diré cuando estés listo. Por ahora, debes aprender todo sobre este negocio. - De nuevo lo mismo, parecía que disfrutara creando misterio con sus palabras. Era irritante. -Por el momento, dejemos esta conversación para después. Lo importante ahora es que te quites esos trapos que usas como ropa, tomes una ducha y tengas una cena digna después de tiempo.
-Espera... ¿Cuándo se supone que empezaré con este trabajo? - Johan suspiró tratando de calmar su delicado temperamento.
-Ya te lo dije, primero debes prepararte. Enviarte ahora mismo sería mandarte a morir. En tu estado actual, no serías capaz de ganarle ni a un mísero gato de basurero. Trata de ser paciente, niño. - ¿Paciente? ¿Lo dice quién con solo la primera impresión demuestra ser la persona más ansiosa de la ciudad?
-Resulta tonto que alguien como tú hable de paciencia. - Le dije con algo de seriedad y miedo. Sin embargo, ya había notado que, a pesar de su irascibilidad, era alguien que no se tomaba las cosas con mucha seriedad.
-Jajajaja, tu sinceridad es bastante molesta, pero me agrada.
Mientras hablábamos, en una de las cámaras se logró observar la llegada de un taxi al portón principal. -Vaya, esto es mucho antes de lo que yo esperaba. Creo que ya tengo tu primer trabajo, niño. - Mencionó Johan mientras me lanzó una mirada de reojo algo extraña.
-¿Primer trabajo?- pregunté confundido.
-Necesito que, al despertar, solo me sigas la corriente, niño. - No comprendía precisamente a lo que se refería.
-¿Al despertar?- Tras preguntar esto, el repentino impacto de un preciso golpe en mi mandíbula se llevó mi consciencia en un instante, y a partir de ahí, no recuerdo qué había sucedido exactamente.
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Tablero de grises tinieblas
Mistério / Suspense¿Guardas esperanza? Que contradictorio ¿no lo crees? La esperanza puede ser aveces el mayor consuelo de un futuro renovado, pero a su vez, hace el pasar de los minutos una angustia incesante, bienvenido al irracional e injusto juego de ajedrez al qu...